CLEVELAND, Ohio — Cuando se le pregunta a Yeidy Laracuente qué le gusta más de su trabajo, ella no duda en responder con una sonrisa: “ver a los niños crecer y ver su transformación”.
Yeidy Laracuente es una puertorriqueña que llegó a Cleveland hace más de cinco años, y –como muchos latinoamericanos– vino a los Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades de vida.
Su primer empleo fue limpiando una guardería en Detroit Avenue, pero anteriormente en Puerto Rico, ya había trabajado como asistente de maestra.
“Aquí comencé limpiando, corriendo el piso, preparando los almuerzos, ayudando en todas las áreas y me movieron aquí mismo como asistente de maestra”, recuerda.
Inconforme con este empleo renunció y buscó otro sitio para continuar ayudando en la formación y cuidado infantil, que es su vocación.
“Aprendí todo lo administrativo, Dios me puso ahí para aprenderlo”, expresó.
Pronto se enteraría que ese “daycare” donde trabajó cerraría sus puertas, ofreciéndole una oportunidad empresarial para crecer. Y aun cuando la inversión era grande, se dijo a sí misma: “esto es para mí”.
Nunca se dio por vencida y gestionó apoyo en JumpStart, una organización que le orientó y asistió para mejorar su crédito, logrando el primer paso para alcanzar sus metas.
Luego se enfrentó a la burocracia, los permisos y los procesos de licencia que pusieron a prueba su paciencia debido al tiempo de espera para operar.
Y esa espera rindió frutos. Ahora es la propietaria de Jireh Learning Center, forma parte de un grupo de hispanas dueñas de centros preescolares en Cleveland, es una emprendedora con nueve personas a su cargo, y con metas de continuar creciendo en el ramo.
“He crecido muchísimo […]llegué aquí tímida, me daba miedo hablar en público, no hablaba inglés”, recuerda Laracuente.
Poco a poco todos sus temores e inseguridades fueron desapareciendo. Ahora JumpStart la invita a ofrecer charlas y compartir su historia de éxito.
Logró que su guardería fuera certificada como un centro de atención personalizada, garantizando que –además del cuidado– los pequeños obtengan educación.
Aquí se reciben –en su mayoría– a niños y niñas de origen latino, cuyos padres desean que aprendan español.
La empresaria espera el permiso para abrir un segundo local donde atenderá a recién nacidos.
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FOTO: (La Mega Nota/Michelle Polanco)