Entre las ciudades de esta región, Cleveland se destaca por tener una sólida, nutrida y vibrante comunidad hispana. Comparable, aunque en menor escala, con Filadelfia y Nueva York, existe un tangible epicentro que manifiesta la presencia latina, su cultura y personalidad colectiva, ofreciendo a su vez una distintiva diversidad social a la zona.
Evidentemente, en esta comunidad resalta la figura puertorriqueña y su legado, quienes, tras su llegada a mediados del siglo pasado, no solo contribuyeron en la construcción del Cleveland moderno, sino que también ayudaron a pavimentar el camino para –a través de los años– desarrollar el asentamiento hispano existente hoy día.
De acuerdo con la historia oral recopilada, las primeras olas migratorias de puertorriqueños vinieron a trabajar en las minas de acero en Lorain durante la Segunda Guerra Mundial. Peculiarmente, una abrumadora mayoría de estas personas eran provenientes de un lugar específico: Yauco, Puerto Rico.
Conocida también como “La Ciudad del Café”, Yauco es un colorido municipio en la zona montañosa al suroeste del país que a la distancia parece estar recostado descansando sobre una amplia colina. Cuenta con una hermosa arquitectura colonial y una impresionante abundancia de arte urbano.
Como regalo de reyes, y honrando a los descendientes de esas familias yaucanas, La Mega Nota les presenta una estampa de la ciudad desde donde llegaron los fundadores de la gran comunidad hispana de Cleveland.