Madrid, 9 abr (EFE).- Mientras el Real Madrid sigue con paso firme hacia el título tras ganar al Getafe (2-0), el Atlético sesteó en Mallorca para caer derrotado desde el punto de penalti y meterse en un lío en su pelea por acabar el curso entre los cuatro mejores tras la victoria del Betis, ahora a un sólo punto del cuadro rojiblanco después de ganar 1-2 al Cádiz.
Sólo el Real Madrid, de los tres equipos que disputaron Liga de Campeones esta semana, sacó adelante su jornada. Cayó el Atlético, empató el Villarreal (1-1 frente al Athletic) y ganó el equipo de Ancelotti, que mantendrá su distancia de doce puntos respecto al Barcelona y el Sevilla, su próximo rival. Superó al Getafe, aún en plena pelea por no descender e incapaz de inquietar al líder en el Bernabeú.
A Ancelotti le salieron bien las rotaciones. Después del esfuerzo en Londres para ganar al Chelsea 1-3 y a pocos días enfrentarse de nuevo al equipo de Tuchel, guardó en la recámara a Modric, Carvajal y Kroos para dar minutos a Camavinga, Rodrygo y Lucas Vázquez. Con ellos, más Marcelo por el lesionado Mendy, el Real Madrid, sin alardes, sacó los tres puntos adelante.
Le bastó con un chispazo de Vinícius. El brasileño desatascó el duelo con un pase magnífico con el exterior de su pie derecho que podría haber firmado el mismísimo Modric y que remató Casemiro a la red de la portería defendida por Soria. Esa genialidad, al borde del descanso, fue suficiente.
Ya no hubo más salvo el gol de Lucas Vázquez en una ocasión aislada a falta de veinte minutos para el final. Courtois no tuvo que intervenir nunca y sólo un disparo al palo de Enes Ünal al palo en el tiempo añadido inquietó al portero belga. La anécdota de la jornada la protagonizó Bale, que volvió a pisar el césped del Bernabéu dos años después. Fue recibido con pitos y ahí murió un choque placentero para un equipo que mantiene intacta su fortaleza para pelear por el título.
Antes, la jornada continental no le sentó nada bien al Atlético, que, tras caer 1-0 frente al Manchester City en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, sufrió un frenazo en su racha de cinco victorias consecutivas frente a un equipo que pelea por no descender.
Con Javier Aguirre en el banquillo, el Mallorca ha recuperado tensión. El técnico mexicano tiene claro que su futuro éxito depende de abrigarse bien defensivamente. Antes de su llegada al cargo, la sangría de goles era constante, pero tras dos partidos al frente del cuadro bermellón, ha conseguido sellar su portería.
Ya dio síntomas de mejora en su debut frente al Getafe, que sólo fue capaz de provocar la caída del Mallorca con un hombre más, sobre la bocina y con un tanto de Borja Mayoral. Días después, la víctima con la que confirmó su nueva fortaleza defensiva fue el Atlético.
Seguro que el duelo del próximo miércoles ante el City está marcado en rojo en el calendario rojiblanco. Tal vez demasiado y por eso se despistó en Son Moix. Adoleció de la frescura de Joao Félix, en el banquillo hasta la última media hora. Y también de ideas con las que desperezarse. Sólo despertó al final, cuando el Mallorca no desperdició un penalti cometido por Reinildo sobre Maffeo que transformó Muriqi. En veinte minutos intentó lo que no consiguió en setenta y, sin chispa, se fue tocado ante un equipo que abandonó los puestos de descenso.
El 1-0 final fue un resultado de oro para el Betis, que no falló en Cádiz. En esta ocasión, el duelo entre un candidato a la Liga de Campeones y otro a escapar del descenso, se decantó del lado del poderoso con el VAR como aliado clave para los hombres de Manuel Pellegrini.
El Betis se ha convertido en un equipo muy versátil. O arrolla a su rival o lo doblega con trabajo y seriedad. En esta ocasión, el Cádiz, cuando acariciaba la victoria, cayó gracias al método menos vistoso del cuadro verdiblanco y con la aportación clave de dos de los cambios de Pellegrini, Tello y Borja Iglesias.
Ambos dieron la vuelta al tanto de Iván Alejo, que encontró premio a su insistencia a falta de casi media hora para el final. Tello respondió en el primer balón que tocó tras una dejada de Fekir y Borja Iglesias no desaprovechó un penalti señalado tras consulta con el VAR. Alcaraz fue a despejar la pelota y, en vez de dar una patada al esférico, se la dio al mismo Borja Iglesias, que marcó en el 85 para acercar a su equipo a un solo punto del Atlético.
Otro de los afectados por el síndrome europeo fue el Villarreal. A Emery no le funcionaron del todo las rotaciones. Cambió al once completo que superó al Bayern Múnich 1-0 y sin jugadores como Parejo, Lo Celso, Albiol, Danjuma, Capoue o Coquelin, no pasó del empate frente al Athletic para aumentar su racha de partidos sin ganar a tres consecutivos.
Sobre todo falló en la primera parte, en la que el Athletic se adelantó en el marcador por medio de Raúl García tras una genialidad de Iker Muniain con que habilitó a su compañero para marcar el primer tanto del duelo.
A Emery no le hizo falta reaccionar. Justo antes de sus cambios, ya en el segundo acto, Alfonso Pedraza niveló la contienda con un remate desde dentro del área. Justo después, saltaron al campo Lo Celso, Danjuma y Gerard Moreno. Tenían media hora para firmar la remontada, pero no fue posible y ambos equipos se quedaron igual en la pelea por la séptima plaza con el Villarreal un punto por encima del Athletic.