Jerusalén, 20 mar (EFE).- Desde la derecha al centro-izquierda, partidos bajo el lema "anti-Netanyahu" concurren a las elecciones de este próximo martes sin descartar una coalición gubernamental entre ellos, con el único objetivo de desbancar al primer ministro más longevo de la historia de Israel.
"Estas elecciones son más complicadas para Netanyahu. En las previas tenía que enfrentarse a un solo competidor y en esta hay más candidatos opositores con peso en la contienda", resume el analista Guideón Rahat a Efe sobre el actual contexto electoral.
Se refiere principalmente al centrista Yair Lapid (Yesh Atid), al derechista Guideón Saar, que abandonó el Likud de Netanyahu para enfrentarse a él desde la recién creada formación Nueva Esperanza, y al ultranacionalista Naftalí Benet (Yamina), antiguo socio de Gobierno.
Los dos primeros se han opuesto frontalmente a integrase en un Ejecutivo con Netanyahu, porque su objetivo es desplazarlo, y el resto de fuerzas menores, a excepción de los socios tradicionales del primer ministro, apoyarían sin miramientos cualquier alternativa de Gobierno.
LOS PROTAGONISTAS DE LAS ELECCIONES:
- YAIR LAPID, del partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro), 19 escaños: es el periodista que se convirtió en político y formó parte del Ejecutivo de Netanyahu en 2013-2014. Integró su partido en la coalición centrista Azul y Blanco de Beny Gantz, de la que se retiró enfrentado con este último por negociar un Gobierno de unidad con el primer ministro tras las pasadas elecciones.
Su partido ha ido ganando fuerza hasta situarse en segundo lugar por detrás del Likud de Netanyahu.
- GUIDEÓN SAAR, del derechista Nueva Esperanza, 9 escaños: abandonó en diciembre el Likud, donde era una figura destacada, para enfrentarse con un nuevo partido al primer ministro: "Quien quiera que Netanyahu siga siendo primer ministro no debe votar por mí, porque bajo ninguna circunstancia lo apoyaré", aseguró. Llegó a ser segundo en las encuestas, aunque ha ido bajando puestos en la intención de voto.
- NAFTALÍ BENET, del ultranacionalista Yamina, 9 escaños: antiguo aliado de Gobierno de Netanyahu, ha cargado contra él en la campaña, aunque en la última etapa se ha mostrado ambiguo ante un posible apoyo, pero con condiciones.
- AVIGDOR LIEBERMAN, del derechista Israel Nuestro Hogar, 8 escaños: su partido, de visión laica, ha sido llave para formar Ejecutivo durante este periodo de bloqueo político, pero siempre se negó a gobernar con Netanyahu, en cuyo Gabinete estuvo como ministro de Defensa hasta 2018.
- MERAV MICHAELI, del centro-izquierdista Partido Laborista, 5 escaños: recién nombrada líder de la formación, ha conseguido rescatar a la histórica formación, a punto de desaparecer del Parlamento en los últimos comicios. No descarta apoyar a cualquier candidato para reemplazar a Netanyahu.
OTRAS FORMACIONES DEL BLOQUE ANTI-NETANYAHU:
- El centrista Azul y Blanco de Gantz, actual ministro de Defensa y socio de Gobierno, y el izquierdista Meretz, aportarían 4 escaños cada uno si consiguen superar el umbral mínimo de votos del 3,25%. Meretz ha comprometido su apoyo a un Gobierno liderado por Lapid.
BLOQUE NETANYAHU
- BENJAMÍN NETANYAHU, líder del derechista Likud, 30-31 escaños: aunque perdería asientos con respecto a las últimas elecciones, el partido sigue siendo el primero en intención de voto con amplia diferencia.
- BEZALEL SMOTRICH, del ultraderechista Partido Sionista, 5 escaños. Solo apoyará un Gobierno liderado por Benjamín Netanyahu.
- Los partidos ultraordoxos, Shas y Judaísmo Unido de la Torá, que obtendrían entre 8 y 7 escaños respectivamente, ya han acordado su apoyo a un Ejecutivo del primer ministro.
PARTIDOS ÁRABES
-AYMAN ODEH, de la Lista Unida árabe, 8 escaños: coalición que llegó a ser la tercera fuerza más votada en el Parlamento. Tradicionalmente se opone a integrarse en un Gobierno israelí.
- MANSOUR ABÁS, del partido árabe islamista Raam, 4 escaños: salió de la coalición de la Lista Unida para presentarse por separado, y está dispuesto a apoyar un Ejecutivo israelí que asuma sus intereses.
Aún con potenciales bloques parlamentarios más basados en la lógica pro o anti Netanyahu que en planteamientos ideológicos de derecha o centro-izquierda, ninguno alcanza la mayoría de 61 diputados de los 120 del Parlamento (Knéset), según sondeos.
Determinante será la representación parlamentaria que obtengan partidos menores, o complejas concesiones de líderes y partidos, para inclinar la balanza y evitar unas quintas elecciones.
Laura Fernández Palomo