La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por los británicos de AstraZeneca y la Universidad de Oxford reduce la transmisión del virus en un 67% desde la primera dosis, según un análisis de los ensayos clínicos.
Este estudio, realizado en Oxford, y que aún debe ser revisado por científicos independientes antes de su publicación, señala que las personas vacunadas no sólo están protegidas contra síntomas graves de la enfermedad, sino que tienen menos probabilidades de contagiar.
La vacuna puede así tener un "enorme impacto" en términos de transmisión, afirmó este miércoles el director del proyecto, Andrew Pollard, aunque precisó que las pruebas se realizaron antes de la aparición de las nuevas variantes.
Contra las infecciones, el estudio muestra una eficacia del 76% tras la primera dosis, que se mantiene durante tres meses. La eficacia sube al 82% tras una segunda dosis inyectada tres meses después.