Nueva Delhi, 7 feb (EFE).- Una gran avalancha de agua y lodo por la rotura de un glaciar dejó este domingo al menos nueve muertos y más de un centenar desaparecidos en una zona montañosa del norte de la India, mientras continúan a contra reloj las labores de rescate para sacar con vida a unos 35 trabajadores atrapados en un túnel.
El desastre tuvo lugar a primera hora de la mañana en el distrito de Chamoli, en el estado de Uttarakhand en la cordillera del Himalaya, cuando la rotura de un glaciar desencadenó la avalancha e inundaciones masivas siguiendo el curso de los cauces de varios ríos, obligando a la evacuación de emergencia de miles de personas.
Gran parte de las labores de rescate se están centrando en la búsqueda de los trabajadores de dos centrales hidroeléctricas en construcción afectadas por la avalancha, donde en un principio se estimó que podía haber unos 150 trabajadores desaparecidos.
Caída ya la noche, los equipos desplazados están tratando de rescatar con vida a los trabajadores atrapados en un túnel en construcción cerca de una de las centrales hidroeléctricas, después del rescate exitoso poco antes en otro túnel.
"Hemos rescatado a doce personas de un túnel y tememos que otras 35 estén atrapadas en otro (...) Continúan los esfuerzos para rescatarlos", afirmó a Efe el portavoz de la Policía de la Frontera indo-tibetana desplegada en el lugar, Vivek Kumar Pandey.
El primer rescate regaló imágenes de júbilo, con gritos de los trabajadores cubiertos de lodo que eran extraídos de un agujero en la parte superior del túnel.
El jefe de Gobierno de Uttarakhand, Trivendra Singh Rawat, explicó durante una rueda de prensa que además "cinco lugareños, incluidos pastores con sus 180 ovejas y cabras, fueron arrastrados por la inundación repentina".
"Calculamos que unas 125 personas están desaparecidas, (aunque) el número puede ser mayor", afirmó Rawat, que reveló que se han recuperado siete cuerpos sin vida.
El director general de la Policía de la Frontera indo-tibetana, Surjeet Singh Deswal, elevó en declaraciones a la agencia local ANI el número de fallecidos, al "haber recuperado entre nueve y diez cuerpos del río" en el área donde se encuentra una de las centrales.
UNA AVALANCHA DE LODO Y AGUA
Vídeos filmados con teléfonos móviles del momento de la avalancha y difundidos por las redes sociales, muestran la repentina llegada de una gran columna de lodo y agua por el cauce de un río, golpeando con fuerza las laderas del valle y destruyendo a su paso estructuras como la de al menos una de las centrales hidroeléctricas afectadas.
"En este momento no hay flujos adicionales de agua ni inundaciones en ningún lado", subrayó a primera hora de la tarde el jefe de Gobierno de Uttarakhand.
La policía regional pidió en las redes sociales a los habitantes de las zonas afectadas que mantengan la calma y se trasladen a lugares seguros mientras llegan los servicios de rescate.
"Estoy monitoreando constantemente la desafortunada situación en Uttarakhand. La India apoya a Uttarakhand y reza por la seguridad allí de todos", afirmó en Twitter el primer ministro indio, Narendra Modi, que anunció 200.000 rupias (2.280 euros) para los familiares de los fallecidos y 50.000 (570 euros) para los heridos graves.
Esta montañosa región en el Himalaya fue testigo también en junio de 2013 de riadas, corrimientos de tierras y el derrumbe de edificios después de que las lluvias del monzón se adelantaran un mes y se produjeran un 68 % más de precipitaciones de lo habitual.
Aquella tragedia causó cerca de 7.000 muertos o desaparecidos, muchos de ellos peregrinos hindúes que habían acudido a Uttarakhand para visitar algunos de los lugares más importantes para esta religión, y donde además nace el sagrado río Ganges.
El activista medioambiental Himanshu Thakkar, de la "Red del Sur de Asia sobre presas, ríos y personas", recordó hoy a Efe que casi 8 años después de aquel desastre, todavía no existe un informe detallado de lo ocurrido para tratar de evitar nuevas tragedias.
Thakkar reclamó así la necesidad de desarrollar sistemas de información avanzada para conocer de antemano estos sucesos "que se están acelerando en el contexto del cambio climático", además de un buen sistema de alerta para la gestión de desastres, y la necesidad de "minimizar la intervención humana en el área".
"Si hay una obstrucción (como las presas), todo este lodo e inundaciones se detendrán por unos segundos y tal vez se rompa y baje luego con una mayor fuerza y cantidad de escombros", generando una mayor destrucción, concluyó el activista.
Moncho Torres