El tan esperado segundo cheque de estímulo económico aún no ve luz verde.
El Senado estadounidense rechazó la semana del 7 de septiembre el paquete propuesto por los republicanos.
La iniciativa es similar a la primera ronda expedida hace dos meses: $1,200 por persona, con un adicional de $500 cuando hay menores a cargo.
Este segundo paquete también estaría exento a impuestos, por lo que no es necesario reportarlo.
Entre las razones eximidas por la bancada demócrata para no aprobar esta propuesta aún es que, según su análisis, una segunda ronda tendría que ser más “amplia”.
Por ejemplo, debe incluirse una protección contra desalojos, apoyo a las pequeñas empresas y beneficios por desempleo para los 24.2 millones de personas que perdieron sus trabajos en agosto como resultado de la pandemia del COVID-19.
El Congreso todavía tiene que llegar a un acuerdo para definir los términos de un potencial paquete más amplio.
También cabe la posibilidad de alguna acción ejecutiva para evitar la promulgación de una nueva ley.
Otro beneficio que se desea incluir es reactivar el monto de $600 extras por semana por desempleo, el cual expiró el 31 de julio. Esta vez, sería sólo para quienes lo soliciten por primera vez.
Los demócratas apoyan la extensión de los actuales $600 y se oponen a la propuesta que ampliaría los beneficios basándose en el 70 o 75 % de los ingresos no recibidos, comenzando por pagos de $200 semanales, que con el tiempo se incrementarían a $500 por semana, con fondos estatales.
Se espera que las conversaciones se reanuden en las próximas semanas.
Especialistas creen que ambas bancadas llegarían a una conclusión para principios de octubre.