¿Sabía que, cocinando las cáscaras de una piña con un puñado de arroz, clavo de olor y rajas de canela, usted puede preparar una deliciosa bebida? Se trata del “arroz con piña”, un refresco muy popular en Panamá, del que también se hacen deliciosos “duros”, paletas y hasta helados.
Con las temperaturas extremas que azotan a mi país, créame que apenas se baje del avión, deseará tomarse una “chicha” y si encuentra un restaurante Don Lee cerca, les recomiendo probar su receta porque tienen el punto perfecto en esa exquisita mezcla de sabores de piña, leche y arroz.
Otra de las bebidas populares es el famoso “chicheme” que se hace a base de maíz pilado-cocido (masa), leche, vainilla y canela.
Aunque ambas se alejan de cualquier alternativa hipocalórica, la verdad es que vale la pena el “pecado” y nunca pierdo la oportunidad de disfrutarlas porque mis vacaciones tienen una merecida excepción.
La gastronomía panameña es tan variada como su crisol de razas con influencia indígena, afrocaribeña, asiática, norteamericana y europea.
Si usted pide un “hot dog” o hamburguesas en los pequeños puestos callejeros o carretillas, por favor tenga en cuenta que la receta estadounidense original ha sufrido severas modificaciones.
Y si hablamos de los espaguetis, no olvide que la preparación pura la encontrará solamente en los restaurantes italianos, ya que la versión popular son los conocidos “macarrones con gallina”, cuya salsa se hace a base de achiote, se sirve “todo revuelto” y hasta se acompaña de arroz blanco.
En Panamá es común encontrarse con sitios dedicados a la venta de frituras. A estos se les llaman “fondas” y nunca faltan en los predios de un jardín de baile donde toca algún conjunto de música típica.
Además de platos folclóricos como el sancocho, los macarrones, la ensalada de toldo, los tamales y el arroz con pollo, aquí preparan las populares carimañolas, pastelitos de maíz nuevo, yuca, patacones, chorizos, empanadas, bofe, corazón, mollejas e hígado de pollo frito.
Cadenas de comida rápida nacional como el Pio Pio tienen un menú amplio donde se pueden disfrutar estas opciones.
En Panamá se come mondongo, rabo y lengua de res guisada, una costumbre también influenciada por las recetas de países caribeños como Cuba y República Dominicana.
Muy a pesar de que –así como los cuestionarios obligatorios para elegir la mejor respuesta– en lo personal descarto todas las anteriores, en casa crecí viendo como mi abuela se levantaba en la madrugada para hacer la tortilla del desayuno, “poner los porotos” (frijoles pintos) y el mondongo que cocinaba por muchas horas en el fogón de leña con papas, zanahorias, apio, culantro, ajo, cebolla, ajíes, orégano y pimienta.
Un poco antes del mediodía el almuerzo estaba listo: arroz blanco, porotos, tajadas de plátano maduro, ensalada de papas (rosada o amarilla) y un mondongo bien ensalzado, todo servido con un vaso de chicha de naranjas que siempre cosechaba y exprimía mi papá.
En ese momento yo escogía la opción “sin mondongo” y hasta el día de hoy así ha sido, solo admiro las manos que lo preparan porque me recuerda a mi querida abuela, pero no puedo dar un testimonio de sabor.
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FOTOS: (La Mega Nota/Yahaira Webber)
