Teherán, 26 may (EFE).- El presidente iraní, Hasan Rohaní, pidió este miércoles una mayor "competencia" en las elecciones presidenciales del próximo junio para que estas sean "reales", tras el veto a importantes candidatos del sector reformista y moderado.
"El alma de las elecciones es la competencia. Si le quitan este alma, se convierte en un cadáver. El principio es que haya una intensa competencia para que se realicen unas elecciones reales", subrayó el presidente durante la reunión semanal de gabinete.
Rohaní explicó que él quería que el Consejo de Guardianes, el órgano encargado de aceptar o vetar a los candidatos, "tuviera más tiempo para sumar a otras personas" y que ha realizado consultas al respecto.
"Escribí una carta al líder supremo (Alí Jameneí) sobre la decisión del Consejo de Guardianes para transmitirle mi opinión (...) Solicité al líder que intervenga si lo considera conveniente", precisó.
Solo siete personas de las 592 que se registraron lograron superar el filtro del Consejo de Guardianes, que rechazó la candidatura de figuras de peso como el expresidente del Parlamento, Alí Lariyaní, y el actual primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí.
La lista oficial difundida ayer por el Ministerio del Interior muestra la situación preferente de los conservadores de cara a la cita electoral del 18 de junio con el jefe del Poder Judicial, el clérigo Ebrahim Raisí, a la cabeza.
Los únicos candidatos aprobados que pueden ser considerados representantes del sector reformista o moderado son el gobernador del Banco Central, Abdolnaser Hematí; y el exvicepresidente Mohsen Mehralizadeh, pero tienen un perfil bajo.
"Las elecciones en el país garantizan la legitimidad del sistema, pero lo hemos olvidado. Todas las decisiones que se toman no tienen legitimidad sin el apoyo del pueblo", afirmó Rohaní.
Entre los descalificados, Lariyaní aceptó con diplomacia la decisión del Consejo de Guardianes e instó a una gran participación en los comicios, que se teme sea baja.
También llamó a votar Yahanguirí, quien, sin embargo, advirtió de que el veto a muchas personas que cumplían con los requisitos es "una seria amenaza" para la participación popular y la competencia de todas las corrientes políticas, particularmente el campo reformista.
"El Consejo (de Guardianes) tiene la responsabilidad de la decisión y de las consecuencias políticas y sociales que se deriven de ella", aseveró en un comunicado anoche.
Otro de los candidatos de peso rechazado es el expresidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, quien ya fue vetado en las presidenciales de 2017 y que calificó en una nota la decisión de ayer de "acto injusto".
Ahmadineyad denunció presiones para que se resignara ante el veto y guardara silencio, algo que no piensa hacer, y aseguró que en la situación actual la participación será baja y "habrá repercusiones nacionales e internacionales amplias".
"Vamos a caer y ya no podremos volver a levantarnos", señaló el expresidente, que afirmó que los responsables de la crisis actual son "tanto el Gobierno como el sistema" en su conjunto y que aumentará el descontento social y las presiones internacionales contra Irán.