Madrid, 11 abr (EFE).- Con una ventaja de dos goles conseguida en su mejor partido de la temporada en Stamford Bridge y a puertas de sus segundas semifinales de la Liga de Campeones consecutivas, el Real Madrid recibe con máximo respeto al vigente campeón, un Chelsea que fue su último verdugo, a quien solo le resta la heroica en la que será la primera visita de su historia al Santiago Bernabéu en la competición de mayor prestigio.
Nunca había pisado el Bernabéu el Chelsea y nunca había derrotado al equipo inglés el Real Madrid hasta la cita de Londres de la pasada semana. Se había convertido en una 'bestia negra' reciente pero la gran labor de equipo y los goles de Karim Benzema, que firmó un histórico segundo triplete consecutivo en 'Champions', cambiaron el rumbo de la historia.
En poco se parece el actual Real Madrid al que hace un año se sentía inferior al Chelsea. Los jugadores son prácticamente los mismos pero el estado es bien diferente. Lanzado en Liga hacia el título, las esperanzas de volver a reinar en Europa han ido creciendo con el paso del curso. El golpe dado sobre la mesa con la remontada en una noche mágica del Bernabéu ante el PSG, impulsa a un equipo que comienza a creer en la decimocuarta.
Su camino no será fácil. PSG y Chelsea. Manchester City o Atlético de Madrid en semifinales. Pero Ancelotti no quiere que ningún jugador suyo cometa un exceso de confianza tras el 1-3 de la ida. El último pasó factura, cuando su plantilla encaró el clásico del fútbol español sin la tensión adecuada por la ventaja liguera. Fue el aviso que despertó al Real Madrid, que ha reaccionado con tres victorias seguidas, Celta y Getafe en la competición doméstica y el triunfo de Stamford Bridge, en un momento trascendental.
Lleva 18 años el Real Madrid sin caer en cuartos de final de la Liga de Campeones. Avanzó a semifinales las ocho últimas veces que llegó. Y solamente en una ocasión, el clásico reciente ante el Barcelona (0-4), Ancelotti perdió por más de un gol de diferencia en el Santiago Bernabéu. En 79 partidos en el estadio madridista, apenas salió derrotado en seis ocasiones.
Además, nunca un equipo inglés ganó en el Bernabéu por más de un gol de diferencia en las tres derrotas encajadas por el Real Madrid en su estadio en doce enfrentamientos. Todas las estadísticas están en contra del Chelsea pero en el fútbol todo puede pasar. Y de eso da buena fe el conjunto madridista.
A la espera de un Chelsea ofensivo, pocas novedades se esperan del Real Madrid respecto a la ida. Sorprendería que Ancelotti no mantuviese el refuerzo de la figura de un cuarto centrocampista con la presencia de Fede Valverde. Forzará con Ferland Mendy con molestias musculares y será Nacho Fernández el que ocupe el hueco que deja en el centro de la defensa Militao por sanción.
No le importa admitir sin ningún tipo de complejo a 'Carletto' que su equipo sufre 'Benzemadependencia'. Bendita dependencia de un futbolista al que define como el delantero centro moderno perfecto. Marca, 37 tantos en 37 partidos, y hace jugar al resto. Karim llega lanzado tras dos tripletes consecutivos en la Liga de Campeones más goleadora de su carrera con 11 tantos. Y con hambre de mucho más en la primera 'Champions' que llegaría bajo su liderazgo. Las del ciclo histórico de cuatro en cinco años, fueron a la sombra de Cristiano Ronaldo.
Una de las esperanzas para la remontada del Chelsea se esfumó este fin de semana. Cayó lesionado Romelu Lukaku, que no pudo ni entrenarse ni jugar contra el Southampton. El belga no viajó a Madrid. El delantero era una de las opciones que manejaba Tuchel para descolocar a la defensa de Ancelotti. Los mejores minutos de su equipo en la ida llegaron con el 'nueve' puro y con Casemiro haciéndole coberturas a los centrales, que no podían con el belga. Sin Militao, la opción Lukaku ganaba enteros.
Pero en la aplastante victoria ante el Southampton (0-6), Tuchel ya sabía que no contaría con Lukaku, por eso dio descanso a Kai Havertz en cuanto el partido estaba resuelto. No hay más opciones en punta que el alemán. Marcó y participó en un triunfo balsámico en el que destacó Timo Werner, con dos goles y tres palos, y Mason Mount, con un doblete. El delantero germano, prácticamente denostado por su poca capacidad goleadora, podría tener minutos ante el equipo al que ya marcó la temporada pasada.
Pese al pesimismo de Tuchel, dando la eliminatoria por muerta, en el vestuario se agarran a otras remontadas 'Blues'. La más recordada, cuando levantaron un 3-1 contra el Nápoles en los octavos de 2012. Eso sí, aquella vez tuvieron al público a favor para llevarse el cruce por 1-4 en la prórroga. Mateo Kovacic también mencionó una de las más importantes de su carrera, la lograda ante el Wolfsburgo en 2016. Aquella fue también en el Bernabéu, pero vistiendo de blanco.
Con la necesidad de marcar, Tuchel se dejará de experimentos y probará con un lateral más ofensivo como Marcos Alonso y con Kovacic en el medio, en detrimento de un N'golo Kanté señalado en Stamford Bridge. Arriba, a Havertz y Mount, se les unirá Hakim Ziyech, si el técnico alemán precisa de envíos al área, o de Pulisic y Werner, si prefiere velocidad.
Alineaciones posibles:
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Alaba, Nacho, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric, Fede Valverde; Vinícius y Benzema.
Chelsea: Mendy; James, Azpilicueta, Silva, Rudiger, Alonso; Jorginho, Kovacic; Mount, Havertz y Werner o Ziyech.