Hace poco recibí una llamada de mi ahijado con una petición muy requerida mensualmente: “Padrino se me acabó el sofrito, ¿puedes traerme?”.
Meditando en lo necesario que es para él, además de la “urgencia” de su solicitud, se puede comprender la importancia de transmitir a nuestros hijos y nietos lo que heredamos de nuestros antepasados.
Cada receta de cocina tiene su sabor particular. Muchos de nuestros padres ya no están, pero por su dedicación y compromiso, aprendimos a cocinar deliciosos platos, los cuales en medio de cada preparación se convierten en una oportunidad de compartir, conversar y crear recuerdos boricuas.
Hoy, también, con mucho orgullo digo que “sé hacer sofrito” y sinceramente hay platos que no puedo cocinar si no tengo esta mezcla distintiva de vegetales.
Es la base para darle gusto a nuestros platos típicos y existen diferentes métodos de prepararlo en el Caribe.
En Puerto Rico, mezclamos hierbas y vegetales. Disfrutamos las recetas hechas en casa, que saboreamos y nos nutren más que cualquier establecimiento de comidas rápidas.
Por el arte de cocinar nos trasladamos a la isla, recordando con nostalgia cada plato que humildemente siempre estaba disponible en la mesa, tanto para la familia como para cualquiera que llegara a visitar.
Para preparar el sofrito necesitamos vegetales específicos como, por ejemplo, el ají dulce. En una ocasión visité un supermercado local y los encontré.
Muy emocionado regresé a casa para llevarme una gran sorpresa. Los supuestos “ajicitos” me salieron picantes.
Desde ese momento me di a la tarea de aplicar lo que aprendí con mi abuelo: sembrar.
Y aunque sea en tiestos he cosechado ajíes dulces, pimientos morrones y cilantro, porque el estar lejos de nuestro terruño, no impide agasajarnos con lo que más nos gusta: la comida boricua.
Es en la cocina que podemos mostrar a quienes amamos, nuestras habilidades heredadas.
Bien sea sembrando o confeccionando distintos platos típicos, traemos al hogar los sabores de nuestra tierra.
Lo más sabroso es sentarse a degustar un plato de arroz blanco, habichuelas guisadas y bistec encebollado con una raja de aguacate o un sabroso arroz con gandules. Todos con sabores exquisitos que logramos gracias al sofrito.
Aquí seguiremos contestando la llamada de nuestros seres queridos que solicitan esos sabores culinarios, únicos de la isla, pero siempre con esta respuesta:
“Sí, tengo sofrito y además puedo enseñarte a prepararlo para cuando yo no esté continúes la tradición, heredando a tu familia el sabor y el orgullo boricua”.
MI RECETA
Ingredientes
Ajíes dulces
Pimientos morrones, verdes o rojos
Pimientos Cubaneros
Cebollas
Ajos
Cilantro
Preparación
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Lave los vegetales con agua fría, luego sáqueles las semillas.
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Pele las cebollas y los ajos.
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En una licuadora coloque dos onzas de agua y una onza de aceite vegetal u oliva.
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Incorpore todos los vegetales, siga licuando, vierta en un envase y congele para después.