La Haya, 8 feb (EFE).- La mayoría de colegios de Países Bajos, que preveían volver hoy a las clases presenciales tras casi dos meses de cierre por la pandemia, han tenido que cancelar sus planes por la primera tormenta de nieve que vive el país en una década, que combinada con fuertes vientos, mantiene activado el código naranja y con problemas en las carreteras.
Gran parte de las escuelas de Primaria que iban a reabrir este lunes, después de siete semanas cerradas, deberán continuar dando clases de forma telematica al menos un día más debido al temporal porque muchos profesores no tienen acceso a los colegios por los problemas en las carreteras y en el transporte público, según PO, el sindicato de educación primaria.
Aunque decenas de colegios de Primaria de todo el país ya habían mostrado su intención de mantener cerradas sus puertas durante los próximos días, en contra de la petición del gobierno de volver a recibir alumnos en clase, y alegaron temores a los contagios y exigieron ser incluidos en las campañas de vacunación antes de abrir las escuelas.
El temporal solo ha afectado a los colegios de Primaria y las guarderías porque los institutos de Secundaria deben seguir cerrados hasta al menos principios de marzo debido a los temores a la cepa británica del coronavirus, que mantiene a Países Bajos en un confinamiento total, con un toque de queda vigente hasta al menos el próximo miércoles. El Gobierno neerlandés saliente decidirá hoy si extiende esta restricción a la movilidad más allá de esta semana.
ALERTA NARANJA
El código naranja está en vigor en varias provincias, incluidas Holanda del Norte, Frisia, Groninga y la región de Wadden, mientras que, en el resto de las provincias, la alerta se ha reducido a código amarillo al mediodía de este lunes, aunque las autoridades no descartan volver a elevar la alerta más tarde.
La agencia gubernamental Rijkswaterstaat pidió a los ciudadanos no sacar sus vehículos a las carreteras a no ser que sea estrictamente necesario porque en muchos puntos del país hay problemas de tráfico causados por el temporal, y la combinación de viento y nieve ha creado dunas de nieve de hasta 60 centímetros de altura en varias autopistas, lo que obstruye la visión y crea plataformas de hielo en la carretera provocando condiciones resbaladizas.
Se han reportado 450 incidentes en la carretera desde ayer, cuando comenzó la nevada, y se han rociado ya 40 millones de kilos de sal para dejar al menos un carril limpio de nieve por cada autopista, añadió el Rijkswaterstaat.
La compañía de ferrocarriles NS también pidió posponer cualquier viaje que no sea imprescindible porque aún están tratando de reiniciar el tráfico ferroviario de forma paulatina, después de una paralización total este domingo, por lo que “la situación es muy incierta, puede cambiar de un momento a otro” y los trenes “circulan escasamente”, subraya la empresa pública.
La agencia de meteorología KNMI predice nevadas y temperaturas bajo cero para el resto de la semana, lo que hará que las capas de nieve en las calles aumenten en hasta 5 centímetros en una nueva tormenta este lunes, dejando una sensación térmica de hasta menos 15 grados centígrados.