Este mes de agosto, niños y jóvenes regresan a sus escuelas con grandes expectativas para el año académico 2022-2023. Los padres se esmerarán por proveer todo lo que necesiten sus hijos mientras los educadores se encargarán de facilitar los mejores entornos de aprendizaje.
El papel de la familia en casa es fundamental en la formación académica porque una buena nutrición, las actividades físicas, el acondicionamiento de espacios para estudiar y estrategias de disciplina para las horas de sueño –sin duda– apoyarán los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los padres juegan un papel primordial en la salud y el desenvolvimiento académico de sus hijos –aseguran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)– porque “siendo comprometidos ayudan a guiar con éxito sus obligaciones didácticas, abogan por ellos y procuran un ambiente escolar saludable”.
A continuación, algunas recomendaciones de los CDC:
-
Motívelos a comer sano
“La mayoría de los niños obtienen la mitad de sus calorías en la escuela, convirtiéndola en un gran lugar para fomentar hábitos y comportamientos alimenticios saludables, con los que usted puede ayudar. Las comidas escolares son saludables, nutritivas y [generalmente] gratuitas”.
-
Involúcrelos en actividades físicas
“Los expertos recomiendan que los niños realicen 60 minutos de actividad física al día. Los programas de educación física escolar contribuyen a esa hora de movimiento y ayudan a desarrollar habilidades motoras, conocimientos y comportamientos que le servirán toda la vida”.
-
Enséñeles a manejar el estrés
“Muchos de nosotros enfrentamos desafíos que pueden ser estresantes y abrumadores tanto para adultos como para niños. Aprender a manejar el estrés con calma y confianza servirá para empoderar a sus hijos, enseñándoles a sobreponerse”.
En cuanto al desarrollo de tareas y trabajos en casa, la Academia Estadounidense de Pediatría (APA, por sus siglas en inglés) destaca los siguientes consejos:
-
Habilitar un espacio tranquilo que propicie la concentración en el estudio.
-
Garantizar que sus hijos dediquen suficiente tiempo a las responsabilidades escolares.
-
Apagar la televisión u otros dispositivos electrónicos mientras hacen las tareas.
-
Supervisar el uso de la computadora, los teléfonos celulares e internet.
-
Solicitar apoyo de la escuela cuando no se cuenta en casa con herramientas básicas de trabajo como computadora e internet.
-
Estar disponible para responder preguntas y ofrecer ayuda, pero nunca le haga las tareas.
-
Asegurar descanso en intervalos para evitar la fatiga de los ojos, el cuello y la mente mientras estudian.
-
Mantener comunicación directa con los maestros y pedir ayuda cuando su hijo enfrenta dificultades en una asignatura.
-
Consultar al docente, consejero escolar o proveedor de salud, si observa que hay problemas de comportamiento o concentración.
-
Buscar ayuda con programas de tutoría, en caso de que su hijo necesite más atención en el aprendizaje de una o varias asignaturas.
