La Habana, 27 oct (EFE).- Los organizadores de la XIV Bienal de La Habana rechazaron este miércoles el boicot promovido por artistas críticos, que consideran que no debería celebrarse debido a los encarcelamientos, arrestos domiciliarios y exilios forzados de creadores cubanos.
El director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, Nelson Ramírez, declaró a periodistas que la Bienal apuesta por ser un punto de diálogo e intercambio "desprejuiciado" entre los artistas, por lo que negarla "supone partir de una posición anticultural y excluyente".
Ramírez respondió así a la iniciativa de creadores críticos con el Gobierno cubano como Tania Bruguera, Julio Llópiz-Casal y Alexis Romay, que señalan al evento cultural como "un parche" ante la grave crisis por la que atraviesa el país.
La idea es respaldada además por la detención de artistas opositores como Luis Manuel Otero Alcántara -preso desde las protestas del 11 de julio- y Maykel Osorbo, o la excarcelación de Hamlet Lavastida y su pareja a cambio de su exilio en Polonia.
La artista cubanoamericana Coco Fusco, una de las promotoras del boicot, ha denunciado en sus redes sociales las amenazas contra los disidentes, como en el caso del dramaturgo Yunior García, impulsor de una marcha cívica el 15 de noviembre que ha sido ilegalizada por las autoridades.
Para los organizadores del evento más importante de las artes visuales en Cuba, apoyar el boicot es una "complicidad de facto con los poderes imperiales", en palabras de Ramírez.
En esa misma línea, la presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, Norma Rodríguez, defendió la realización de la Bienal por varias etapas entre el 12 de noviembre al 30 de abril de 2022 y al que están invitados unos 300 artistas de varios países.
Ni en los momentos más difíciles se renunció a la Bienal, subrayó Rodríguez al comentar que "si algo distingue a este país es su riqueza cultural" y su sistema de enseñanza artística.
La pasada edición de la Bienal de La Habana fue en 2019 y acogió a más de 300 artistas de 52 países que "intervinieron" durante un mes fachadas, parques y edificios con obras que invitaban al público a interactuar.