Durante las pasadas elecciones del 7 de noviembre, los residentes de Ohio aprobaron en referéndum dos nuevas medidas: los temas 1 y 2.
La contienda electoral cobró la atención de todo el país ya que –de acuerdo con analistas– los resultados reflejarían el panorama político-partidista a un año de los comicios generales, en un estado clave para el control de Washington.
La primera consulta, el denominado “Issue 1” establece al aborto y otros asuntos relacionados a la salud reproductiva como un derecho protegido bajo la constitución estatal. En las urnas, la victoria no fue abrumadora, esta fue aprobada por un 56% de la votación, contra un restante 44%.
Desde la derogación de Roe vs. Wade el pasado año, seis estados han logrado restablecer el derecho al aborto a través de procesos democrático, incluyendo jurisdicciones tradicionalmente conservadoras como Kansas y Kentucky. Con la aprobación de la nueva medida, Ohio se convierte en el séptimo.
Bajo la enmienda a la ley constitucional, el aborto es una opción hasta el momento de una viabilidad fetal.
Un aspecto interesante del resultado electoral es que su apoyo –al igual que oposición– no estuvo enteramente vinculado al bipartidismo político. Algunos distritos tradicionalmente categorizados como conservadores votaron en favor del Issue 1. Tal fue el caso del condado de Geauga donde obtuvo un 55% de los votos a favor.
Sin embargo, durante un panel de discusión presentado por el Columbus Metropolitan Club que tuvo lugar al día siguiente (miércoles 8 de noviembre) las deponentes expresaron preocupación, vaticinando pleitos legales impulsados por opositores.
Por otro lado, en lo que al “Issue 2” se refiere, el pueblo de Ohio dio luz verde al consumo de la marihuana para su uso recreativo, convirtiendo al estado en una de las 24 jurisdicciones que han legalizado el cannabis en esta modalidad a nivel nacional.
Los resultados fueron similares: 57% votó “sí” mientras que el 43% del electorado participante dijo que “no”.
Ahora, tan pronto como el 7 de diciembre, la propuesta legislativa del “Issue 2” entrará en vigor y personas mayores de 21 años podrán poseer marihuana y productos derivados al igual que cultivar la planta.
Para establecer la estructura institucional de su compra y venta tomará un tiempo adicional –de aproximadamente un año– ya que el programa estatal de marihuana medicinal está regulado por el Departamento de Comercio de Ohio, y la expansión operacional necesita ser desarrollada para administrar las nuevas ramificaciones.
No obstante, aún quedan sobre la mesa una serie de elementos por definir, por ejemplo, la relación entre el uso del cannabis y la cultura laboral.
La nueva ley no provee protección para empleados que utilicen la marihuana de forma recreativa.
De acuerdo con la propuesta per se –según se describe en la boleta electoral– esta explica que al patrono “no se le requerirá ser acomodaticio en cuanto al uso, distribución o posesión de cannabis” por parte de sus empleados.
De igual manera, la ley no viabiliza el uso de la sustancia durante jornadas de trabajo. Tampoco impide que un patrono se rehúse a contratar a una persona en base a su uso de la marihuana, de que despida al empleado por tal razón, o le sancione disciplinariamente.
También está por determinarse la dinámica de posesión en caso de ser detenido por la policía, establecer pautas sobre conducir vehículos de motor bajo la influencia del cannabis y cómo se manejará el tema de las pruebas de dopaje.
---------------
*El pasado 7 de noviembre, los electores de Ohio aprobaron dos nuevas medidas para su estado, ambas de naturaleza tradicionalmente controvertibles entre círculos conservadores: el derecho al aborto y el uso recreativo de la marihuana. (La Mega Nota/Elvia Skeens)