SAN JUAN, Puerto Rico — Los resultados de las elecciones en Puerto Rico rompieron las cadenas de una hegemonía bipartidista que por décadas había dictaminado la trayectoria del país.
La dinámica tradicional de dos partidos principales y uno marcadamente minoritario de alternativa, cada uno atado a una ideología basada en estatus, finalizó y se abre el camino para una nueva era.
Esta vez se le presentó al elector una compleja papeleta que contaba con tres alternativas adicionales; dos nuevos partidos más un candidato independiente.
A pesar de que tanto el nuevo gobernador como la reelecta comisionada residente son ambos del tradicional Partido Nuevo Progresista (PNP), una nueva generación de oficiales electos al cuerpo legislativo que emerge dentro de los márgenes de la quebrantada realidad puertorriqueña moderna, fragmentando así el status quo, diversificando las tendencia históricas, y a su vez contribuyendo ideas jóvenes que responden accionariamente a la complicada crisis por la que atraviesa Borinquen.
Una representación multisectorial en el gobierno significa el fin de decisiones gubernamentales bilaterales, cónsono con la nueva tendencia internacional de reestructurar la perspectiva binaria como orden natural de las estructuras socioculturales.
Una de las figuras más interesantes de la renovada fase política puertorriqueña, es la Lcda. Mariana Nogales Molinelli, quien obtuvo una sólida victoria para la Cámara de Representantes por el partido reformador Movimiento Victoria Ciudadana.
Antes de anunciar su aspiración al escaño al que fue electa, y cabe destacar que lo hizo sin el uso de mega-campañas mediáticas, Nogales Molinelli era ya una reconocida líder activista y organizadora en asuntos relacionados a la justicia social, con una demostrada carrera siempre comprometida al empoderamiento femenino, equidad de derechos para la comunidad LBGTQ+, la erradicación de la pena de muerte, además de la separación de la iglesia y el estado entre muchos otros.
A solo días de su victoria, La Mega Nota platicó con Nogales Molinelli sobre sus metas, obstáculos y motivación de liderazgo político.
“Fue de esa presencia activista que surge en mí el interés por entrar en la política, una me llevó a la otra. De hecho, fue durante un proceso de conversaciones como parte del Proyecto Matria, donde se abunda sobre la participación de la mujer en comicios electorales. Luego la tertulia se centró en el tema de la mujer como aspirante a posiciones políticas, y es cuando comencé a contemplar tomar este camino”, confesó.
En los Estados Unidos, activistas que optan por entrar en el ámbito político se ven en la obligación de adherirse a uno de los dos partidos principales para ostentar la posición.
Un ejemplo es el caso de Alexandra Ocasio, que es ahora congresista, contrastando con Rosa Clemente, quien sin éxito lo intentó con un partido minoritario.
“Tras decidir entrar en la política, muchas personas me aconsejaron hacerlo uniéndome al Partido Popular Democrático (PPD), sin embargo mis principios no me permitían afiliarme con partidos políticos que están históricamente manchados con corrupción, el PNP y PPD han sido corroídos con esta, y no puedo formar parte de algo así. Un gobierno no puede estar podrido”, explicó.
“Originalmente me identificaba con el Partido Independentista (PIP), pero inicié mi carrera con el Partido Trabajador en el 2016, aspirando a Comisionada Residente, ahora estoy orgullosa de formar parte del colectivo Victoria Ciudadana”.
Entre sus prioridades como representante, dijo que se enfocará en la reconstrucción de escuelas, transparencia gubernamental, atacar la corrupción, reivindicar la perspectiva de género en el sistema educativo y el futuro de la Universidad de Puerto Rico, entre otros.
“Uno de los mayores retos que enfrentaré será la Junta de Supervisión Fiscal que estrangula al pueblo puertorriqueño. Como colectivo, Victoria Ciudadana se propone conformar un tipo de escudo contra el ente federal, recortaremos su presupuesto, y vamos a defender los servicios esenciales y las pensiones de nuestros trabajadores”.
Al preguntarle cuáles son sus metas futuras, Mariana no habló de convertirse en gobernadora algún día.
“Mi meta es dar lo mejor de mí, hacer un gran trabajo con el colectivo para la gente de Puerto Rico”, subrayó.