“¡Evita! ¡Evita! La Santa Peronista”. Cualquiera que haya visto la obra de Broadway de Andrew Lloyd Weber “Evita” sabe un poco sobre la vida de Eva Perón. Conozco algo más ya que mis padres vivían en Argentina cuando ella falleció.
Mi madre, Yvette Salama que en esa época tenía solo diez años, recuerda haber estado enferma y faltó a la escuela el día después de la muerte de Evita. Alguien llamó para reprender a su familia por no asistir al velorio con el resto de sus compañeras.
Dice mamá que a mi abuelo no le gustaba que se usara como libro de texto de escuela primaria una obra escrita por Evita, llamada “La razón de mi vida”.
Mi papá tiene un recuerdo completamente diferente. Cumplía 15 años y organizó en su casa una fiesta y baile con chicas. “Como os podéis imaginar, terminé muy decepcionado cuando tuve que apagar el tocadisco musical de ese entonces porque el gobierno decretó ‘Duelo Nacional’”.
Los argentinos que vivieron durante la época de Evita tienen opiniones y recuerdos distintos, sin embargo, muchos la ven como una figura histórica fascinante.
¿Quién fue Evita?
María Eva Duarte de Perón nació el 7 de mayo de 1919 en el pequeño pueblo de Los Toldos, a unos 250 kilómetros de Buenos Aires. Creció en un entorno pobre y rural.
En 1930 se mudó a la cercana ciudad de Junín, donde comenzó a cultivar su afición por el teatro y la canción. Posteriormente llegó a Buenos Aires, donde conoció a un militar llamado Juan Perón.
Se casaron en 1945 y en 1948 Perón fue electo presidente, lo cual significó el comienzo de la era peronista. Ambos eran carismáticos y muy populares entre las clases pobres y trabajadoras.
Algunas personas consideran que Evita, eventualmente, se convirtió en un “Robin Hood” argentino regalando alimentos y golosinas a la gente pobre a expensas de las empresas. Pese a definirse como una mujer humilde y “descamisada”, le gustaba viajar a Europa para regresar con vestimentas y joyas muy lujosas.
Logros importantes
A pesar de las críticas en su contra, se le atribuyen logros importantes.
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Jugó un papel decisivo en la aprobación de la ley que por primera vez permitió el voto femenino en 1947.
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Propuso los derechos de los trabajadores, a quienes llamó “Los descamisados”.
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En 1948 se estableció la Fundación María Eva Duarte, que se ocupaba del bienestar para todas las clases sociales y la construcción de hospitales modernos.
Falleció en 1952 tras padecer cáncer de cuello uterino a la temprana edad de 33 años.
Personalmente, cuando pienso en Evita, veo su imagen icónica hablando a las masas desde el balcón de la Casa Rosada con su cabello recogido en un moño y bellamente vestida.
Hay una frase en la famosa obra “Evita” antes mencionada que lo dice todo: “No llores por mí Argentina, la verdad es que nunca te dejé”.
FOTO: museoevita.org