Managua, 14 mar (EFE).- Una nueva protesta que consiste en no comprar combustible durante 24 horas fue anunciada este domingo por manifestantes en Nicaragua, debido a las alzas en los precios de los hidrocarburos, que no dejan de subir cada semana desde octubre pasado.
La protesta, que no han tardado en apoyar diversas organizaciones sociales y defensoras de los consumidores, consiste en abstenerse de comprar combustibles durante las 24 horas de este domingo.
“Hoy 14 de marzo, convocatoria: No uses ni eches combustible, en forma de protesta por las alzas”, decía un cartel distribuido en línea.
Aunque la convocatoria en esta ocasión fue por medios virtuales, algunas gasolineras de Managua se observaron un poco más vacías de lo normal, según pudo constatar Efe, pero en otras se notó cierta afluencia.
Con alzas en los precios de los combustibles durante 18 semanas consecutivas, los precios se han establecido en 1,08 dólares por litro de gasolina súper, la más utilizada en automóviles modernos; 1,04 dólares por litro de gasolina regular, la más usada en autos de cualquier año; y 0,89 por litro de diésel, que domina en vehículos pesados.
Según especialistas, a pesar de que Nicaragua es el país más pobre de Centroamérica, tiene los precios de hidrocarburos más altos, que bien superan en un 15 % los de países vecinos, lo que impacta en los precios de los productos de la canasta básica, cuyo costo actualmente se aproxima a los 420 dólares.
Nicaragua no tiene regulaciones sobre los precios de los combustibles, cuyo negocio, según investigaciones periodísticas y expertos, está en manos de la familia del presidente Daniel Ortega.
La convocatoria de hoy fue hecha por los llamados manifestantes “autoconvocados”, ciudadanos que generalmente están en desacuerdo con las decisiones del Gobierno y muchos de los cuales han ido a prisión desde 2018, de los cuales 110 permanecen encerrados, debido a la prohibición de protestas contra Ortega.
Las reacciones del presidente contra las protestas de los “autoconvocados” en 2018 y la forma en que fueron desarticuladas causaron que la Organización de los Estados Americanos (OEA) abriera el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra Nicaragua por “alteración del orden constitucional”, que de aplicarse suspendería al país del organismo.