Roma, 17 dic (EFE).- La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, insistió este sábado en que espera "convencer a otras personas" de que su formación, Hermanos de Italia, no es "lo que decían" sus adversarios políticos.
"Cuando gobiernas se vuelven más difíciles ciertas narrativas interesadas sobre quién eres, que son muy diferentes de lo que eres en realidad", aseguró la líder del Ejecutivo italiano durante una fiesta por el décimo aniversario del partido ultraderechista, celebrada en la conocida Piazza del Popolo de Roma.
Ante más de 10.000 asistentes, según los medios de comunicación italianos, Meloni recordó que con su victoria en los pasados comicios de septiembre, muchos "miraron con interés y se asustaron" porque, opinó, "se contaba un relato que era irreal".
"Hoy la realidad está saliendo a la luz y espero que las encuestas sigan creciendo por ello", añadió.
La política aprovechó el evento para calmar las voces más agoreras y prometer estabilidad en el Ejecutivo que lidera en coalición con Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, y la Liga de Matteo Salvini.
"Con Berlusconi y Salvini las relaciones son excelentes. Estoy muy contenta con esta mayoría, muy orgullosa de este Consejo de Ministros, del clima que existe y que se refleja entre los partidos de la coalición", detalló.
Sin embargo, no perdió oportunidad para sacar pecho de la evolución de su formación, que ha pasado de arañar el 2 % de los votos en 2012 a sumar más del 26 % el pasado 25 de septiembre y convertirse en el primer partido político de Italia.
Por ello, Meloni prometió que Hermanos de Italia: "Puede convertirse en el gran partido conservador italiano por el que hemos estado trabajando".
Sobre el encaje del país en las instituciones europeas, la líder avanzó que ocupará un "espacio central" y "dialogará con todos".
Y se marcó como primer reto la gestión de las migraciones a través del Mediterráneo, un asunto que espera abordar con Francia tras la crisis desatada el pasado noviembre cuando uno de los barcos de las ONG que esperaban desembarcar en Italia acudió a Francia tras la negativa del Gobierno italiano, lo que abrió un conflicto diplomático.
"Italia y Francia defienden sus intereses nacionales pero ambos sabemos que se debe encontrar una solución común", apuntó tras asegurar que no tiene inconveniente en reunirse con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para abordar el tema.