CLEVELAND, Ohio — Maureen Dee nació en Montevideo, Uruguay. Sus padres, de origen argentino, la inscribieron en una escuela bilingüe para aprender inglés, donde cursó toda su educación básica e intermedia hasta terminar la secundaria en 1970.
En ese momento, evaluando diferentes opciones de desarrollo y futuro que tenía dentro de su ciudad, decidió aventurarse y continuar estudiando en Estados Unidos.
Encontró una oportunidad en la Universidad de Ohio Wesleyan, donde inició su carrera en sociología y bienestar social.
A esta corta edad, se enfrentó a la transición de vida que cambió su perspectiva e historia para siempre cuando se enteró de una posición disponible en la organización Catholic Guardian Society, en Nueva York.
En ese trabajo comenzó su contacto con las comunidades hispanas/latinas, que necesitaban apoyo urgente en temas de salud mental, adicciones y solución de conflictos familiares.
Descubrió, entonces, su pasión e inició una maestría en trabajo social y administración de programas sociales, con enfoque en adicciones.
Al buscar trabajo en Cleveland, encontró a Catholic Charities, donde su historia como promotora y luchadora en favor de las minorías comienza en esta ciudad.
Desarrolló programas de apoyo a jóvenes con problemas de adicción. Con su dedicación incansable, gestionó fondos para darles tratamiento/seguimiento a todas las iniciativas.
En 1980, consiguió un contrato con el estado de Ohio para trabajar este tipo de programas por medio de Medicaid.
Su labor se multiplica de manera impresionante, llegando a ser directora ejecutiva de esta organización con 220 empleados, cuatro centros de tratamiento y residencia (dos para hombres, dos para mujeres) y nueve localidades para programas de tratamiento en salud mental y adicciones.
A la par, desarrolló un proyecto específico para hispanos, con profesionales de salud bilingües, en la oficina del West Side.
Durante toda su carrera profesional luchó para que las comunidades latinas en Cleveland, tengan programas sociales que mejoren la calidad de vida.
Finalmente, después de 41 años de servicio y esfuerzo, Maureen decidió retirarse en 2019.
Hoy sigue compartiendo su aporte y experiencia como miembro de diferentes organizaciones en Cleveland, conectando a la comunidad para que los esfuerzos sigan adelante.
Su legado es invaluable, ya que continúa dando frutos y contribuye a que otros latinos se inspiren sobre estos pasos.
Sin duda, la vida de Maureen es ejemplo de pasión, de amor incondicional por el prójimo y de propósitos cumplidos con vocación y perseverancia.
