La Haya, 15 mar (EFE).- El flujo de votantes ataviados con mascarilla, manos desinfectadas, y un lápiz rojo para marcar la casilla de voto ha sido la constante en los colegios electorales abiertos este lunes en Países Bajos. Los más vulnerables al coronavirus tenían prioridad para elegir, entre 37 partidos, la composición del nuevo Parlamento y Gobierno.
Los nombres de los candidatos, con el liberal Mark Rutte ocupando el primer lugar de la lista, se sucedían en una papeleta de votación casi infinita, doblada en varias capas y de tamaño sábana al abrirse, para elegir los nombres de los diputados neerlandeses que darán el voto de confianza a la futura coalición que dirigirá Países Bajos.
Unos 1.600 lugares de votación, incluidas escuelas, salas de conciertos, estaciones de tren o tiendas instaladas al aire libre, han abierto sus puertas en la primera de dos jornadas anticipadas para evitar aglomeraciones el próximo miércoles, cuando estarán disponibles más de 9.000 colegios electorales en todo el país, también con medidas de seguridad e higiene para evitar contagios.
La idea era dar hoy prioridad “a los grupos de riesgo, pero se ha visto realmente de todo, también gente que prefiere aprovechar que hay menos movimiento para no tener que venir el miércoles. Al fin y al cabo, la prioridad es una recomendación, no hay forma de corroborar que alguien es un grupo de riesgo”, explicó a Efe un empleado de un centro de votación instalado en las dependencias del Parlamento neerlandés en La Haya.
La Oficina Central de Estadística (CBS) calcula que 13,2 millones de neerlandeses pueden votar estos tres días, más de la mitad no debería hacerlo hasta el miércoles, día oficial de las elecciones legislativas, que siempre se han celebrado en un único día cada cuatro años, pero la pandemia ha exigido algunos cambios para no comprometer la participación ciudadana.
Unos 2,4 millones de neerlandeses tenían derecho a votar por correo en las últimas semanas, incluidas las personas de más de 70 años que han preferido evitar trasladarse a un colegio electoral para no arriesgar al contagio.
Los problemas con el voto por correo ya han empezado a salir a la luz. Según los resultados iniciales en un recuento hoy en el municipio de Bernheze, provincia de Brabante Septentrional, alrededor del 8,5% de los votos emitidos por correo no son válidos, cuando en elecciones ordinarias, ese porcentaje de voto nulo suele estar en alrededor de 0,3 %.
No está claro aún lo que significa esto para los votos por correo a nivel nacional. La semana pasada, el Gobierno neerlandés reconoció que, de los 400.000 votos emitidos por correo, unos 2,5 % podrían ser nulos porque se enviaron en los sobres equivocados.
La campaña electoral se ha estado desarrollando principalmente en las televisiones, radios y redes sociales, con una ausencia notable en la calle de los líderes políticos debido a las restricciones del coronavirus. Dado que no hay jornada de reflexión, mañana por la noche, antes del día oficial de las elecciones, aún se celebrará el último debate electoral.
Algunos han aprovechado la oportunidad estos últimos días para dejarse ver, como fue el caso del líder de la izquierda verde GroenLinks, Jesse Klaver, que acudió a una manifestación para exigir medidas urgentes contra el cambio climático; el líder de la ultraderecha FvD, Thierry Baudet, llamó a una “revolución” en una plaza en Tilburgo, y la líder del progresista D66, Sigrid Kaag, repartió folletos en La Haya.
Las encuestas aún mantienen a Rutte como el ganador de los comicios, aunque no obtendrá una mayoría parlamentaria suficiente como para gobernar en solitario, por lo que tendrá que negociar una nueva coalición.
El PVV, la ultraderecha de Geert Wilders, quedará probablemente en segundo lugar, con la mitad de los escaños de los 40 que obtendrán los liberales, pero Rutte descartó sentarse a la mesa con este político, con un programa antimigratorio y euroescéptico.
Wilders calificó hoy de “muy antidemocrático” que Rutte le haya excluido antes de las elecciones, y recordó que “el votante es quien manda, y no Mark Rutte”, tendiéndole la mano para una colaboración.
“Entiendo que no podías esperar, pero ¿podemos votar primero? Las elecciones no son una molesta interrupción en este gobierno. Hay realmente algo que elegir: estar con la actual coalición, o un cambio más justo y social”, añadió Lilianne Ploumen, líder del socialdemócrata PvdA, en una crítica a los partidos que forman el actual gobierno, y sus intenciones de volver a negociar.
Imane Rachidi