Brasilia, 4 ene (EFE).- La ecologista Marina Silva asumió este miércoles el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil y afirmó que las políticas volcadas a la protección de la Amazonía y a combatir el cambio climático estarán "en el más alto nivel de las prioridades" del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Silva, una de las mayores referencias medioambientales del país, dijo que vuelve al cargo que ejerció entre 2003 y 2008, también con Lula, "en uno de los momentos más difíciles" para los ecosistemas brasileños, que sufrieron una "devastación descontrolada" durante el Gobierno del ahora expresidente Jair Bolsonaro.
La ecologista asumió el cargo en una ceremonia realizada en el Palacio presidencial de Planalto, sobre el cual dijo que, durante la gestión del líder de la ultraderecha, "fue escenario de actos contra la propia democracia, la ciencia, la salud, el medio ambiente y la propia vida".
Recordó la "violencia" sufrida por los pueblos originarios y por los defensores del medio ambiente y citó en particular el asesinato del indigenista Bruno Araújo y del periodista británico Dom Phillips en la Amazonía, atribuido a mafias que operan en esa región.
"Son símbolos tristes de este período reciente", declaró.
Silva sostuvo que ha encontrado un Ministerio de Medio Ambiente "desmantelado", al igual que todos los organismos vinculados a esa área, pero garantizó que ya, desde la investidura de Lula el pasado domingo, ha comenzado el "trabajo de reconstrucción".
Confirmó además que Lula ha decidido crear la figura de la Autoridad Nacional de Seguridad Climática, que estará directamente vinculada a la Presidencia y al Ministerio de Medio Ambiente y deberá, entre otras tareas, vigilar que las políticas de protección ambiental sean aplicadas en todos los ámbitos del Gobierno.
La estructura de ese nuevo organismo gubernamental será sometida a aprobación del Congreso y anticipó que el proyecto será presentado antes del próximo abril.
También reafirmó la meta del Gobierno de Lula de "recuperar doce millones de hectáreas de tierras degradadas" y poner en marcha un vasto plan de reforestación, centrado en especial en la región amazónica y que favorecerá en particular a los pueblos indígenas.
"Brasil honrará todos sus compromisos ambientales", aseguró la ministra, quien entre otros objetivos propuso avanzar en "materia de transición energética", que "no será de un día para el otro, porque no es magia", aunque sí se "construirán los pilares" necesarios para darle celeridad a ese proceso.
En ese marco, pidió la "ayuda" y "cooperación" del Gobierno como un todo, pero también de "la prensa y toda la sociedad", pues "el cuidado de la naturaleza es el cuidado de la vida misma".
También citó algunas de las medidas ya adoptadas por Lula en materia ambiental y destacó en especial la reactivación del llamado Fondo Amazonía, constituido con donaciones de Alemania y Noruega para contribuir con la protección de la Amazonía y que había sido suspendido por una decisión tomada por Bolsonaro en 2019.
Ese fondo cuenta actualmente con unos 600 millones de dólares, que el nuevo Gobierno rescatará y utilizará en programas que serán definidos por el Ministerio de Medio Ambiente a partir de esta misma semana, anunció la nueva ministra.
