Buenos Aires, 5 feb (EFE).- Mara Gómez, que en diciembre de 2020 se convirtió en la primera mujer trans en debutar en la Primera División del fútbol femenino argentino, reconoció a Efe que ya cumplió su "sueño", pero que ahora anhela "poder vivir" de ese deporte y seguir "luchando por los derechos del colectivo LGBT".
Gómez dijo que su debut en la máxima categoría como futbolista del club Villa San Carlos, tras años de "mucho sufrimiento y dolor", fue un día "histórico" en el que triunfó la "inclusión".
La delantera de 23 años, que está a punto de convertirse en enfermera, consideró que se trató de una "conquista colectiva y social" porque fue el "resultado de años de lucha por parte del colectivo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y trans)".
Además, aseguró que el fútbol femenino argentino es un ambiente feminista, que recibió la felicitación y el apoyo de jugadoras de la selección argentina y que no tiene dudas de que el futuro será "mas inclusivo".
Pregunta: ¿Qué recuerda de su debut en la Primera División ante Lanús el 7 de diciembre de 2020?
Respuesta: Fueron muchas sensaciones muy inexplicables, sentimentales y a nivel físico también, ciertos temblores y sensaciones a nivel corporal que son difíciles de explicar, pero era una sensación muy linda. Tenía nervios, mucha ansiedad, quería jugar. Habían sido muchos meses de encierro por la cuarentena, muchas limitaciones de no poder entrenar. Ese día solo quería disfrutar de ese momento, sabía que me había costado un montón.
P: ¿La derrota por 7-1 mermó aunque sea un poco la alegría?
R: Siempre digo que ganamos ambos equipos porque Lanús se llevó los puntos y nosotras la victoria de la inclusión, de haber logrado que Villa San Carlos sea el primer club del mundo en tener una jugadora trans en la máxima categoría. Era vivir algo histórico y empezar a caer en la realidad de lo que yo había conquistado y de lo que conquistamos como sociedad.
No es algo propio, yo puse el cuerpo y la voz, tuve que pasar mucho sufrimiento y dolor, pero es una conquista colectiva, social. Es el resultado de años de lucha por parte del colectivo.
P: ¿Siente la responsabilidad de contar su historia para que otras chicas trans no tengan que padecer lo que usted padeció?
R: Contar mi experiencia puede servir para que la sociedad entienda estas cuestiones que vivimos las personas que pertenecemos al colectivo LGBT, un grupo que siempre fue denigrado y que tuvo las puertas y las oportunidades cerradas. Sufrimos mucha discriminación y exclusión.
Lo mío hoy es una responsabilidad porque la sociedad me toma como una referente a través de mi lucha, de la conquista. Yo conquisté un sueño, un deseo propio como futbolista, es algo que amo hacer, no es que vine al fútbol a querer llegar a ser esto, sino que es algo que realmente me gusta y me apasiona hacer. Se me dio la oportunidad de abrir un camino en lo que es el fútbol profesional a nivel inclusión.
P: Dijo que ya cumplió su sueño, pero recién tiene 23 años. ¿Ahora con qué sueña?
R: Hoy disfruto de lo que estoy viviendo como futbolista y mi sueño es poder quizás vivir del fútbol, seguir estudiando y seguir luchando para conquistar derechos y espacios para la inclusión y el colectivo LGBT, para que no haya limitaciones el día de mañana para ninguna infancia y ninguna adolescencia, para que todas las personas puedan elegir qué es lo que les gustaría hacer.
P: ¿Qué significó su debut para el fútbol femenino?
R: Hoy no estamos hablando solamente de fútbol masculino y de femenino sino también de fútbol inclusivo o de deportes inclusivos. Ojalá el día de mañana hablemos de un deporte profesional desbinarizado en el que todas las personas, independientemente de su genitalidad o de su auto percepción, puedan competir a nivel profesional con sus habilidades y cualidades.
P: ¿Cuál debería ser el rol del Estado en este tema?
R: El Estado tiene que cumplir en satisfacer la necesidad y los derechos básicos de todo ciudadano y ciudadana, de poder vivir dignamente, poder tener trabajo, salud y educación. Antes en las escuelas se veía y se sigue viendo el binarismo dentro de la educación física. Las mujeres hacen handball (balonmano) y los hombres fútbol.
P: ¿Cómo es su relación con las otras jugadoras? ¿Es el fútbol femenino un espacio feminista e inclusivo?
R: Sí. Tuve mensajes de un montón de jugadoras de la Primera División y de la selección argentina como Milagros Menéndez, Belén Potassa o Ruth Bravo, felicitándome y brindándome su apoyo. El fútbol femenino es un ambiente feminista. La mujer ha luchado para ser reconocida dentro de este deporte, el fútbol se consideró durante muchos años que solo era para hombres.
P: ¿Cómo ve a los chicos y a las chicas? ¿Prevé un futuro más inclusivo?
R: Sí, totalmente. Mucho más inclusivo. Dentro de las instituciones hay personas que tienen orientación en género y en diversidad. Hoy se está luchando por implementar la educación sexual integral dentro de las escuelas, un área muy importante porque ahí aprendemos. Estamos creciendo un montón, la infancia y la adolescencia se encuentran con mucha más libertad de expresión, hay una Ley de Identidad de Género que nos avala, nos protege y nos ampara.