Jerusalén, 2 ene (EFE).- Los ultraortodoxos son el grupo de población que más crece en Israel, y éstos representarán el 16 % de los habitantes del país en 2030, según un estudio publicado hoy por el Instituto para la Democracia de Israel (IDI).
En la actualidad son 1,28 millones de personas, el 13,5% de la población de los 9,45 millones de habitantes con los que cerró Israel en 2022.
Eso significa que la tasa de crecimiento de la población ultraortodoxa es el 4 %, según el análisis del IDI basado en datos de la Oficina Central de Estadísticas.
Más del 40% de la población ultraortodoxa israelí se concentra en Jerusalén -en particular en los barrios de Mea Shearim y Geula, pero cada vez más extendidos por toda la ciudad- y en Bnei Brak, ciudad de mayoría ultraortodoxa a las afueras de Tel Aviv.
El estudio del IDI concluye que la población ultraortodoxa, además de ser la de más rápido crecimiento, vive cada vez más empobrecida, con un fuerte sentido de la comunidad y la caridad, y con una educación cada vez más enfocada a la religión para los niños, con importantes lagunas en materias básicas.
Casi la mitad de la población ultraortodoxa, el 44%, viven bajo el umbral de la pobreza, el doble que entre la población general (22%), aunque representa una mejora tras alcanzar su pico en 2005, con un nivel de pobreza entre los haredíes del 58 % frente al 21 % en el total de la población.
La tasa de desempleo entre los hombres haredí es tres veces mayor que en el resto de judíos no ultraortodoxos (46% frente al 14%), una diferencia mucho mayor que en el caso de las mujeres, que en las comunidades haredíes sí suelen trabajar en empleos relacionados con los cuidados y mal remunerados, mientras que muchos hombres se dedican a estudiar la Torá.
La tasa de empleo entre las haredíes es del 78%, cerca del 82% que representa entre el resto de mujeres judías.
Estos números representan un cambio dramático respecto hace 20 años atrás, cuando solo un tercio de las mujeres ultraortodoxas israelíes tenían un empleo, lo que demuestra que son ellas las que más se han incorporado al mundo laboral en las comunidades haredíes.
En la educación, debido a las altas tasas de natalidad, los niños ultraortodoxos representan casi el 20% de los estudiantes y una cuarta parte de los estudiantes de habla hebrea.
La mayoría, el 74%, estudia en escuelas “no oficiales pero reconocidas”, que se supone que deben combinar los estudios religiosos con el plan de estudios básico secular (aunque la mayoría no lo hace) a cambio de un 75 % de financiación pública.
Otro 22,5% estudia en escuelas "exentas", que enseñan solo una mínima parte del plan básico de estudios; y solo el 3,5% aprende escuelas haredí completamente administradas por el Estado donde se enseña en plan completo de estudios.
Sin embargo, entre las niñas sí se enseña cada vez más el plan básico de estudios estatal, ya que son ellas las que se encaminan en mayor medida a la fuerza laboral. Casi el 60 % de ellas se matricularon en escuelas públicas en el curso 2019/20, el doble que una década antes.
El número de estudiantes haredi en instituciones de educación superior sigue siendo desproporcionadamente bajo, el 10,5% , aunque ha aumentado drásticamente en los últimos 15 años, pero en centros cuyos requisitos de ingreso son más bajos que en las universidades.