Ciudad de México, 9 ene (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró este lunes su respaldo al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y a la democracia tras los ataques de bolsonaristas radicales a los principales edificios del Gobierno de Brasil.
“(Nos pronunciamos) en rechazo a la actitud irresponsable, antidemocrática en Brasil y a favor del presidente Lula, esa es nuestra postura", manifestó el mandatario mexicano en su rueda de prensa diaria.
López Obrador se refirió al ataque el domingo de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasil.
El presidente mexicano destacó las coincidencias en las posturas del mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quienes estarán en México esta semana para la Cumbre de Líderes de América del Norte.
"Coincidimos en esto, vamos a continuar apoyando al presidente Lula, que fue electo democráticamente, lo apoyan las fuerzas progresistas de Brasil, de México, del continente americano", manifestó.
Resaltó que "es muy satisfactorio que la solidaridad hacia el presidente Lula no sea nada más de países de América Latina y el Caribe, sino que también el apoyo a la democracia en Brasil, al presidente Lula, también incluya a Canadá, a Estados Unidos y a países de todo el mundo".
El apoyo a la democracia brasileña ya se había manifestado el domingo por todos los países latinoamericanos y por los principales foros regionales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"Es un consenso de los países del continente americano, eso es muy bueno, porque independientemente de las posturas políticas partidistas, se tiene que defender la democracia, se tiene que respetar la voluntad del pueblo”, concluyó López Obrador.
Las autoridades de Brasilia informaron este lunes que el orden público está totalmente bajo control, pero que el centro de la ciudad amaneció con numerosos rastros de destrucción y que los daños a las sedes del poder fueron numerosos y cuantiosos.
La Policía de Brasilia ya desmontó el campamento que los bolsonaristas habían organizado tras las elecciones frente a la sede del cuartel general del Ejército y desde el que lanzaron los ataques del domingo, lo que provocó el arresto de al menos 1.200 personas.
El asalto al Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema solo se resolvió después de cuatro horas y media de desconcierto, cuando agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los exaltados que estaban dentro y fuera de las edificaciones.