Nueva Delhi, 8 feb (EFE).- Las autoridades indias continúan las labores de rescate, incluyendo una operación para sacar a casi cuarenta trabajadores atrapados en un túnel, tras una avalancha ocurrida el domingo en el norte del país que ha dejado más de 170 desaparecidos y al menos 26 muertos.
La rotura de un glaciar en el distrito de Chamoli, en el estado de Uttarakhand y en plena cordillera del Himalaya, desencadenó ayer por la mañana una avalancha de agua y lodo que siguió el curso de los cauces de varios ríos.
MÁS DE UNA VEINTENA DE MUERTOS Y DECENAS DE DESAPARECIDOS
"El número final de muertos recuperados en Tapovan hasta las 20.00 horas (14.30 GMT) es 26. Además, 171 personas siguen desaparecidas", afirmó el director general de Policía de Uttarakhand, Ashok Kumar, en su último informe.
Buena parte de estos desaparecidos, según la fuente, son trabajadores de dos centrales hidroeléctricas en construcción gravemente afectadas por la repentina crecida de las aguas, que ha obligado también a evacuar a miles de personas.
Este lunes, todas las miradas estaban puestas en las labores de rescate de una treintena de esos trabajadores atrapados en el interior de un túnel cerca de una de las centrales.
"Hoy hemos conseguido excavar 90 metros utilizando maquinaria pesada", dijo a Efe el comandante del primer batallón de la Policía de la Frontera indo-tibetana, Venu Dhar, desplegado en el lugar.
Dhar explicó que el túnel mide en total 250 metros, por lo que el equipo de rescate espera alcanzar esta noche al grupo de 34 trabajadores. Las autoridades creen que un segundo grupo de cinco personas están atrapadas en otro punto del túnel.
El cuerpo de Policía fronterizo recurrió a las redes sociales para mostrar el laborioso proceso de extracción del lodo acumulado en el túnel, con la ayuda de excavadoras, y bajo la mirada de decenas de policías concentrados en la entrada a la espera de poder actuar.
"Las máquinas están trabajando día y noche", dijo Dhar, quien recordó que los equipos de rescate no pierden la esperanza: ayer salvaron a una docena de personas atrapadas en otro túnel.
"UNA MONTAÑA DE LODO, PIEDRAS Y AGUA VINIENDO HACIA NOSOTROS"
La súbita avalancha causada por la rotura de un glaciar, que destruyó a su paso estructuras como una de las centrales hidroeléctricas afectadas, desató el caos prácticamente sin aviso, afirmó a Efe Mangray, de 20 años y empleado en la zona desde hace dos meses.
"Estábamos trabajando desde por la mañana, hacía frío pero todo estaba tranquilo. Hacia las 11 todo cambió. Hubo un clamor y una explosión súbita. Miramos alrededor y había una montaña de lodo, piedras y agua viniendo hacia nosotros", dijo Mangray.
De los veinticuatro compañeros de trabajo, quince consiguieron ponerse a salvo de la avalancha. Los otros nueve siguen desaparecidos.
"Los están buscando, pero la zona donde estábamos trabajando se ha convertido en un pantano. Rezamos por la seguridad de nuestros amigos, pero nuestras esperanzas se están agotando", reconoció el joven.
Vídeos filmados con teléfonos móviles del momento de la avalancha y difundidos por las redes sociales, muestran la repentina llegada de una gran columna de lodo y agua por el cauce de un río, golpeando con fuerza las laderas del valle.
El primer ministro indio, Narendra Modi, anunció el domingo 200.000 rupias (2.280 euros) para los familiares de los fallecidos y 50.000 (570 euros) para los heridos graves.
Esta montañosa región en el Himalaya registro también en junio de 2013 riadas, corrimientos de tierras y el derrumbe de edificios después de que las lluvias del monzón se adelantaran un mes y se produjeran un 68 % más de precipitaciones de lo habitual.
Aquella tragedia causó cerca de 7.000 muertos o desaparecidos, muchos de ellos peregrinos hindúes que habían acudido a Uttarakhand para visitar algunos de los lugares más importantes para esta religión, y donde además nace el sagrado río Ganges.
David Asta Alares