La economía de Estados Unidos continúa su sostenida recuperación tras la pandemia con una expansión del 1,6 % en el segundo trimestre del año, aunque la persistencia de los problemas de suministro y el fin de varios programas de estímulo fiscal podrían hacer que pierda impulso en la segunda mitad del año.
El producto interior bruto (PIB) de EE.UU. aumentó un 1,6 % en el segundo trimestre respecto a los tres meses precedentes, sin cambios respecto al cálculo previo, informó este jueves la Oficina de Análisis Económico (BEA, en sus siglas en inglés).
El tercer y último cálculo de la actividad económica trimestral, que en tasa anual creció al 6,7 %, levemente por encima del 6,6 % de la anterior estimación, refleja el impacto positivo de la reapertura de negocios, las vacunaciones y los programas de estímulo del Gobierno.
De nuevo, el informe oficial recalcó que en el trimestre pasado "los pagos gubernamentales en forma de préstamos y fondos a autoridades locales y estatales aumentaron, mientras que los beneficios sociales a los hogares, como las transferencias directas, se redujeron".
El valor de la actividad económica en EE.UU., la primera economía mundial, supera ya los niveles previos a la pandemia de la covid-19.
PROBLEMAS EN LAS CADENAS DE SUMINISTRO
No obstante, los analistas consideran que dadas las dificultades que aún encaran las cadenas de suministro globales y la progresiva retirada de algunos planes de ayuda federal, como el refuerzo de los subsidios de desempleo, la actividad se podría ralentizar ligeramente en la segunda parte del año.
Hace una semana, la Fed disminuyó levemente el crecimiento previsto para el cierre de 2021 al 5,9 %, frente al 7 % estimado tres meses atrás, aunque supone una cifra todavía sólida tras la contracción del 3,4 % de 2020.
LA INFLACIÓN NO CEJA
La gran preocupación económica en EE.UU., sin embargo, sigue siendo la inflación, que está en sus niveles máximos en una década.
Pese a que en agosto la inflación anual se redujo en una décima, al 5,3 %, en la primera señal de un enfriamiento de los precios tras meses de alzas sostenidas, todavía se mantiene a niveles muy elevados y lleva tres meses consecutivos por encima del 5%.
En este sentido, este martes, la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconocieron en una comparecencia ante el Congreso que la inflación durará "más de lo esperado" en sus cálculos de los últimos meses.
"Mire las compañías automotrices, mire los barcos con anclas en las afueras de Los Ángeles. Esto es realmente un desajuste entre la oferta y la demanda. Necesitamos que esos bloqueos de la oferta se alivien, disminuyan, antes de que la inflación pueda bajar", explicó Powell durante la sesión.
Por su parte, Yellen anticipó que la inflación "probablemente estará más cerca del 4 %" este año, y en cualquier caso reconoció que estará "claramente" por encima del 2 %, que es la meta anual de la Fed.
La gran duda es si este repunte de precios es temporal y consecuencia del levantamiento de las restricciones impuestas por la pandemia y la reapertura económica, u obedece a razones de fondo, lo que sería más preocupante.
El banco central todavía considera que la subida de precios es de carácter transitorio al estimar que en 2022 se moderará hasta el 2,2 %, cerca de la meta anual del 2 %.
Por otro lado, el mercado laboral en EEUU sigue registrando progresos, aunque a un ritmo más lento del esperado, y la tasa de desempleo cerró agosto en el 5,2 %, frente al 6,7 % de final de 2020.
Lectura de 0 minutos