Madrid, 27 oct (EFE).- La chef María Marte es una excepción en su profesión. Esta dominicana emigrada a España pasó de limpiar platos a ser jefa de esa misma cocina y regresó a su país dejando atrás Estrellas Michelin; ahora, como Embajadora Iberoamericana de la Cultura, asegura que la región ha "despertado gastronómicamente".
De paso por Madrid tras participar en "Binómico", el I Congreso Gastronómico Iberoamericano celebrado esta semana en Huelva (sur de España), Marte explica en una entrevista a EFE que tras asumir "con humildad" el reconocimiento como embajadora iberoamericana tiene "que llevar por el mundo" lo que allí se hace.
"Es un gran compromiso y un reto seguir mostrando lo que hacemos, seguir fusionando la cocina mediterránea con la latina y el compromiso que tenemos todos los iberoamericanos de darnos a conocer y seguir haciendo las cosas bien", explica.
En esa línea, celebra que la región formada por los 19 países de América Latina, España, Portugal y Andorra, haya "despertado, gastronómicamente hablando": "estamos haciendo las cosas que queremos y queremos que lo nuestro sea visible, queremos sentirnos cada vez que somos más Iberoamérica".
LA UNIÓN Y LA FUSIÓN HACEN LA FUERZA
La chef sostiene que en la región "la unión hace la fuerza" y que al igual que siente a España como su "segunda casa", considera un "orgullo" que países como "Argentina, Brasil o la propia República Dominicana" tengan "un lazo" que las una.
"Ser iberoamericano, más allá de la gastronomía, es un orgullo, que haya un lazo que nos una, siento que todos los países deberíamos sentir gran orgullo de lo que somos, de dónde venimos, pero sobre todo a dónde vamos", comparte.
Marte considera que esa fusión que puede darse en la región ha de trasladarse también al mundo de la cocina: "ese deseo de querer fusionar una cocina con otra es lo que nos hace grandes".
Asimismo celebra que la gastronomía dominicana también haya "despertado" y pide que la mezcla con otras cocinas no se detenga.
"Fusionar la cocina es de las cosas más bonitas que nos puede pasar, cuando nos mezclamos nos llenamos de conocimiento, vamos a seguir fusionando que es lo que nos hace únicos y nos hace iberoamericanos", demanda.
VOLVER PARA EMPEZAR
Marte acaparó la atención mediática y de su sector por dejar atrás el éxito y el prestigio que otorgan las Estrellas Michelin y tras su imparable ascenso en el madrileño restaurante Club Allard, donde pasó de fregar platos a jefa de cocina conservando estas condecoraciones, decidió regresar a su país.
"La que salió de Dominicana fue una María con una maleta cargada de sueños y la que volvió fue una con esos sueños hechos realidad, hay diferencia muy grande, hubo mucho sacrificio pero también mucha alegría vivida para contarla y seguir haciendo las cosas bien", expresa.
Siempre con una sonrisa en la cara, asume que los 16 años que pasó en España fueron "de pura lucha" y que volver a su país ha supuesto "una transición muy grande": "aun hay gente que me pregunta por qué me fui del restaurante y volví a mis orígenes, pero yo creo que todos queremos volver en algún momento".
En la isla caribeña regenta una empresa para eventos privados que tras el parón obligado por la pandemia comienza a reactivarse "con buen paso" y allá ha encontrado tiempo para sí misma y para su familia.
"Lo mismo que hacia en el Club (Allard) lo sigo haciendo allá, estamos representando a Dominicana en el mundo a través de congresos y yendo a otros países a mostrar el trabajo que hemos venido haciendo", señala.
Macarena Soto