Jacqueline es la menor de seis hijos y confiesa que ser gay en su familia es normal: “Dos hermanas lesbianas, mi hermano Mike es gay; también tengo un primo gay y estoy segura de que una tía abuela también lo fue”.
Recuerda cuando sus hermanas salieron del clóset por primera vez y hoy comparte con los lectores de La Mega Nota todas sus experiencias pasadas antes de atreverse a mostrarse tal cual:
Yo no sabía que lo era, y cuando me di cuenta, fue una transición fácil. Mi familia nos apoyaba, había mucho amor, pero éramos seis hijos. Sin opciones de lujo, tuve que trabajar para pagar mis estudios.
Mis hermanas eran mis modelos para salir adelante. Empecé a laborar en una compañía con tiendas de electrónica, donde los grandes puestos eran predominados por hombres.
Tenía muchos sueños y ganas de triunfar, no obstante ser de la comunidad era muy difícil. Trabajando en recursos humanos, veía las nuevas posiciones y temía aplicar a algo mejor por ser mujer y además de la comunidad LGBTQ+.
Un día salió una posición muy importante y les dije: “Yo puedo hacerlo”. Debía mudarme a Virginia, era una decisión muy difícil. Yo estaba en el clóset, no quería que supieran que era lesbiana ¡no era bueno! tenía miedo, no me sentía segura [porque] pensaba que no me aceptarían.
La sociedad pone presión; no había tanta aceptación, sin embargo, debía afrontar mis temores. Si no hubiera sido por Kim (mi esposa) no me hubiese atrevido. Creo que mis retos se los debo a ella, siempre ha estado ahí para apoyarme.
Así empecé mi carrera y también a mantener una doble vida.
En una ocasión en Colorado, llegando a la oficina de un fin de semana, todos hablaban de lo que habían hecho. Yo inventé la historia de que había salido con un chico solo para despistar. Sin embargo, pensaba ¿por qué no puedo ser yo?
Kim siempre iba conmigo a las reuniones, decía que éramos hermanas. Sacrifiqué muchas cosas. La gente con la que trabajé 10 años no conocía a la verdadera Jacqueline. No es que me arrepienta de lo que he hecho porque creo que la vida te pone retos y tú debes saber cuándo sentirte seguro, confiado y –para entonces– no era mi mejor momento.
A mis 40 entré a trabajar a otra compañía como vicepresidente y por primera vez, vi gente de la comunidad abiertamente gay y decidí ¡es el tiempo de ser yo y asumir el riesgo!
Pensé… “este es un nuevo capítulo en mi vida”. Quería que conocieran a la verdadera Jacqueline. Empecé a tener más conexión con el personal. Me quité un peso de encima.
En una presentación decidí llevar la foto de Kim y mostrarla como lo que es: “mi esposa”. Les hablé de mi familia, donde cuatro de seis hermanos somos gay.
En ese entonces estaba a cargo de nuestras locaciones de Estados Unidos y Canadá, mucha gente se acercó, agradeciendo por compartir mi verdad.
Los de mi comunidad se sentían seguros y expresaron: “Gracias por darme el coraje para decir ‘Este soy yo’”.
En mi última compañía, cuando empecé, no vi mucha comunidad, pero dije: No importa, seré la verdadera Jacqueline. “En la vida hay que poner el ejemplo para motivar a las personas”. Empezamos con el departamento de diversidad e inclusión. Teníamos actividades, llamadas, un espacio de aprende y almuerza, donde hablábamos de diferentes temas.
En el Mes del Orgullo fue increíble ver a la gente salir del clóset y afrontarlo, hablar de sus experiencias, expresar y educar a otros. Unas 5 000 personas me reportaban y saben mucho de mí, hasta de mis perros. Se siente bien.
No debemos juzgar a quien no está seguro de salir del clóset porque primero deben sentirse seguros y tener el apoyo de quienes los amen.
Jacqueline se jubiló el 8 de abril de 2024 a los 55 años para ser dueña de su destino y empezar un nuevo capítulo junto a Kim, con quien lleva más de dos décadas.