Budapest, 7 abr (EFE).- Hungría comienza hoy a aliviar algunas de las restricciones contra la pandemia, el mismo día en el que ha contabilizado un récord de 311 muertes y cuando el país tiene la mayor tasa de fallecimientos y la segunda más alta de contagios de la Unión Europea.
A pesar de ello, Hungría ha mantenido los planes anunciados por el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, de comenzar a aliviar algunas medidas, abriendo los comercios y retrasando de las 20.00 a las 22.00 horas el inicio del toque de queda nocturno.
La apertura de los comercios se aplica con una limitación de aforo de un cliente por cada 10 metros cuadrados de superficie.
Orbán adelantó la semana pasada que la reapertura del país podría iniciarse cuando 2,5 millones de personas, el 25 % de la población, hubieran recibido al menos la primera dosis de alguna de las vacunas, un nivel que se ha alcanzado ya.
La reapertura incluye los servicios de peluquerías pero no los restaurantes, bares y hoteles.
Por otra parte, una vez finalizada la campaña de vacunación de los docentes, las escuelas volverán a abrir el 19 de abril.
Hungría fue el primer país comunitario que comenzó a usar vacunas no autorizadas por la UE, como la rusa Sputnik V y la china Sinopharm.
En Hungría el 26 % de la población ha recibido al menos la primera dosis de algunos de los fármacos, con lo que es el segundo país más vacunado de la UE, por detrás de Malta.
