Los Estados Unidos, la más grande potencia mundial y nación que se enorgullece por ser símbolo de la democracia, vivió uno de sus días más oscuros en la historia moderna aquel 6 de enero de 2021 cuando miles de insurgentes intentaron impedir la certificación congresional del entonces recién electo presidente Joe Biden.
El exmandatario Donald J. Trump había perdido las elecciones de forma fidedigna y transparente, sin embargo, tanto él, como sus simpatizantes se rehusaron a acatar los resultados e intransigentemente, basándose en teorías conspirativas –hasta el día de hoy– señalan la juramentación de Biden como una ilegítima.
El sargento Aquilino Gonell es un veterano del ejército estadounidense, quien se destacó en la guerra contra Iraq y que después de ocho años en el servicio militar pasó a fungir como oficial de la policía en el Capitolio federal en Washington D.C.
Gonell, nacido en la República Dominicana, fue uno de los oficiales agredidos por la multitud de fanáticos de Trump mientras intentaba defender los valores fundamentales de este país. Las heridas físicas y psicológicas que sufrió durante el atentado cambiaron su vida para siempre. En entrevista exclusiva con La Mega Nota, el sargento Gonell habló de la terrible experiencia. “Nunca pasó por mi mente que los mismos ciudadanos americanos, compatriotas míos, fueran a atacar el Capitolio basados en la mentira con la que el expresidente les había convencido, de que algo fraudulento había pasado. Sin embargo, no se ha presentado información o evidencia alguna, ni siquiera ahora –casi cuatro años más tarde– todavía no se ha presentado nada que lo sustente. De hecho, sus copartidarios descartaron tales acusaciones, pero aun así él [Trump] continúa propagando esta desinformación”, aseguró Gonell.
Según explica el veterano, de existir algún tipo de evidencia o indicios de que realmente se hubiese suscitado un fraude electoral ya habría salido a la luz pública pues se llevó a varias cortes en distintos estados que desestimaron las alegaciones. Por tal razón, como último recurso, se convocó a las masas para que perpetraran dicho acto de obstrucción y vandalismo. “Ese día estaba asignado al lado este del Capitolio, frente a la Corte Suprema. Ese era el área bajo mi responsabilidad. Cuando comenzaron los disturbios, que derribaron la primera barrera, escuché el radio de comunicación policial, el mensaje urgente pidiendo que enviaran a todo el personal disponible a la zona de entrada al Capitolio. Yo, sin pensarlo, agarré mi equipo y dije a mis compañeros: ‘vamos, no podemos esperar’”, recordó.
“Corrimos utilizando un túnel transitable que conecta áreas dentro del Capitolio, hasta llegar al lado oeste. Ahí encontré a cientos de personas –simpatizantes de Donald Trump– y ya estaban agrediendo policías. Muchos oficiales yacían en el suelo mientras los manifestantes continuaban golpeándolos, Al llegar, a mí me hicieron lo mismo”, añadió.
Gonell narró que la táctica improvisada por los oficiales fue la de tratar de mantener una línea que los insurgentes no pudieran traspasar, pero nada pudo detener la avalancha de violencia. Según describió, de acuerdo con los hallazgos de la comisión federal que investigó el ataque, había un promedio de 58 manifestantes por cada oficial de policía.
Gonell aún continúa afectado por los hechos. La magnitud del ataque fue tal que a causa del daño físico y emocional tuvo que retirarse de su empleo. Para él, no cabe duda de que Donald Trump es el ente responsable del atentado, y que este fue en efecto, un golpe de estado.
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*En las fotos, Aquilino Gonell, inmigrante de República Dominicana, fue uno de los oficiales agredidos por la multitud de fanáticos de Trump en los ataques al Capitolio el 6 de enero de 2021. (Cortesía/Nemesis Mora) | “Escudo americano”, libro escrito por el dominicano Aquilino Gonell, “el sargento inmigrante que defendió la democracia”. (Cortesía/Nemesis Mora)