Aunque en la isla, los habitantes no adoptaron el inglés como su idioma, los anglicismos se convirtieron en parte fundamental del lenguaje.
Más allá de “comernos” la letra “S” al final de las sílabas y omitir la “D” intervocálica, los boricuas van de compras al “mol” (mall) y no al centro comercial.
En los almacenes de ropa, en vez de buscar su tamaño, escogen su “sais” (size).
Los muchachos generalmente se refieren a sus amigos como “broders”, y cuando andan reunidos, están “chiliando”.
En lugar de comer hamburguesas, comen “janberguers”, la patineta es una “ejquei” (skate) y a los aerosoles matamoscas se les llama “rialquil” dado a la popular marca de este producto, Real Kill.
Similarmente sucedió con celebraciones o festividades anglosajonas.
En la isla, por ejemplo, se conmemora Thanksgiving Day, sin embargo, coloquialmente le llamamos el Día de “San Giving” o “Día del Pavo”.
Fotografía: (Facebook/Instituto de Cultura Puertorriqueña)