Si usted es de los que se enganchó 10 temporadas a las idas y venidas de Rachel y Ross (y sigue defendiendo que estaban en un “break”), se sabe la canción de “Smelly Cat” de Phoebe, disfrutaba del extraño humor de Chandler, del “How you doin’?” de Joey, y llama “Monica” a cualquiera que tiene obsesión con la limpieza y el orden, no hay duda: usted es fan de la serie Friends.
Esta comedia cautivó al público la década que estuvo al aire, con un pico de audiencia en un episodio de final de temporada que sobrepasó 29 millones de espectadores en EE. UU. Más de 100 países alrededor del mundo se rindieron al fenómeno Friends, y se dobló a 18 idiomas.
Su popularidad se sigue sosteniendo en el tiempo, y emitiéndose en plataformas de streaming con altos ratings a pesar de haber terminado en 2004. Sí, hace 20 años que se cerró por siempre la historia de sus personajes. Por tanto, hace 30 que se dieron a conocer. ¿Lo puede creer?
Sin embargo, los más fanáticos, los admiradores, los que se han reído a carcajadas y han vivido las aventuras de sus protagonistas como si fueran sus amigos de toda la vida, esos, siguen viendo los episodios para relajarse al final del día, o para sentirse en casa cuando viajan y están en un hotel, o simplemente para revivir tan buenos momentos.
Quien en su día vio Friends y vuelve a disfrutar algún episodio con el tiempo, es porque quiere darse un apapacho al corazón o echarse unas risas (o las dos).
Ahora imagine que, en lugar de prender su pantalla, atraviesa una puerta y aparece en el departamento de Monica y se sienta en su impecable cocina, se toma un café en el sofá naranja de Central Perk, juega al futbolín en la sala de Joey y Chandler, se cruza con el taxi de Phoebe, visita la capilla donde se casaron Rachel y Ross, y así todo un recorrido por los escenarios de la serie tal cual lo vimos en televisión. ¡Impactante!
Y por si eso fuera poco, durante toda la experiencia, maravillosamente curada, se visualizan fragmentos de los momentos más emblemáticos, así como diversos vestuarios y elementos clave: disfraces míticos, como el armadillo de Ross, la guitarra de Phoebe, el perro blanco de cerámica de Joey, el atuendo de Monica del Día de Acción de Gracias con todo y pavo en la cabeza, algunos guiones originales y autografiados, la lista mecanografiada de pros de Rachel (imperdible), la lista de contras de Rachel y Julie (más imperdible), y así un largo etcétera.
Para añadirle diversión y competitividad entre los más fans, diversas pantallas durante el recorrido pondrán a prueba su conocimiento sobre la serie y los personajes, utilizando la misma dinámica de concurso que los protagonistas usaron el día que las chicas perdieron el departamento, ¿recuerda…?
Le adelanto el que será uno de sus momentos favoritos de esta experiencia: la foto que se tomará con sus amigos subiendo el sofá por las escaleras a ritmo de “pivot”.
Los boletos se pueden adquirir desde $37 por persona, hay paquetes por grupo, y como consejo, le conviene comprarlo “online” porque es más caro en el lugar. Debe reservar con anticipación. ¡Feliz experiencia!
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*Una experiencia personal recreando el “How you doin’?” de Joey. (La Mega Nota/Sandra Corcuera)
