Madrid, 18 sep (EFE).- En los albores de la televisión privada en España, Antonio Mercero creó hace tres décadas para Antena 3 una serie que, sin grandes artificios y con historias costumbristas que ocurrían en una botica, logró atrapar cada semana a millones de espectadores para los que “Farmacia de guardia” se quedó para siempre en su imaginario audiovisual.
Este domingo se cumplen treinta años del estreno de la serie, la primera producción propia de la cadena, emitida un año y medio después del nacimiento de la misma. Con modestos resultados de audiencia en su comienzo, la historia de la farmacéutica Lourdes Cano (interpretada por Concha Cuetos) y su particular universo acabó convirtiéndose en una de las ficciones más vistas en la historia de la televisión en España.
“Mercero era un maestro del costumbrismo en el sentido más hermoso de la palabra, de aquellas pequeñas cosas que suceden en los sitios más particulares. Él, junto con un equipo de guionistas inmejorables, consiguió que la gente viera reflejada su propia vida en la serie y todo ello teñido del humor que Antonio manejaba con maestría”, cuenta a Efe la actriz África Gozálbes.
Ella interpretó a Reyes "Queen" Romero durante casi 100 capítulos, en tres de las cinco temporadas que duró la serie (que cuenta con un total de 170 episodios). Dicharachera y divertida, era la auxiliar de Lourdes Cano, una farmacéutica divorciada con tres hijos: Guiller (Julián González), Kike (Miguel Ángel Garzón) e Isabel (Eva Isanta), que aparecía poco porque vivía en Canarias.
Después llegaría Fani (Alicia Rozas), una niña adoptada por una familia que, pese al divorcio, (casi) siempre tuvo presente al padre, el jugador y mujeriego Adolfo Segura (interpretado por el fallecido Carlos Larrañaga).
Y, como suma, los clientes de la farmacia que entraban cada día: doña Paquita (Esperanza Grases) y su mala cabeza; don Ricardo (Luis Ciges) el marido abnegado; Mariquilla (Amparo Moreno), maestra en dietas milagro y obsesionada con su peso…
“Mercero logró que un producto audiovisual llegara tanto a niños como a adultos y eso fue lo magistral”, apunta Gozálbes. Logró que llegara y que perdurara, en vídeos que hoy siguen viralizándose y en frases eternas, como el mítico “¡Para dentro, Romerales!”.
“Farmacia de guardia” fue, además, “la génesis de la ficción española”, agrega la actriz, y “pionera” en muchos aspectos al tratar en horario familiar de prime time temáticas incómodas como las drogas o el sida y situaciones todavía no normalizadas como el divorcio.
“Fue una serie rompedora que hablaba de una pareja de divorciados que se llevaban bien, en la que él iba y venía. Detrás del humor, Mercero escondía muchas cosas”, recuerda por su parte la actriz María Garralón, que interpretó a la policía María de la Encarnación, pareja profesional del mencionado Sargento Romerales (el fallecido Cesáreo Estébanez).
En la serie también había “muchos bichos, todos los bichos que pueden existir desde focas, cerditos, monos, arañas, vacas, caballos…” y hasta un tigre, recuerda.
Todo ello en los tres escenarios en los que se rodaba: la farmacia, su rebotica y la calle de enfrente, con el bar de Chencho (Ángel Pardo), el macarra ligón que se traía de calle a todas las trabajadoras de la farmacia. Hubo otros tantos universos que no aparecieron pero muchos imaginaron, como el local de alterne La gata con botas, donde trabajaba Sandra (Emma Ozores).
“Yo empecé haciendo lo de “los romerales” de churro porque le había dicho a Antonio Mercero que tenía que trabajar y no había personajes, así que se inventó esta historia de una pareja hombre-mujer de policías municipales, que entonces no existía, y, mira, fue un acierto”, explica Garralón.
Comenzaron con unas cuantas escenas pero “la pareja funcionó muy bien y los guionistas cada vez nos escribían más cosas”, añade la actriz.
También fueron populares los cameos en la serie de personajes de la época como el actor Fernando Fernán Gómez, el jugador de baloncesto Fernando Romay, los presentadores Jesús Hermida y Mercedes Milá o la mismísima Lola Flores, que se marcó un baile con su hija Lolita en plena farmacia.
Y Emilio Aragón, que protagonizó uno de los cruces más históricos de la televisión con la visita del doctor Nacho Martín a la farmacia, su personaje de “Médico de familia” (Telecinco), serie contemporánea, algo impensable hoy en día por la feroz competencia entre cadenas.
Cada jueves después del telediario de las 21h, la cabecera con la inconfundible sintonía compuesta por Bernardo Bonezzi (compositor de referencia de la época) atraía a miles de espectadores, que batían récords de audiencia con una serie que solo descansaba en verano.
El último capítulo de “Farmacia de guardia” se emitió el 28 de diciembre de 1995 y consiguió una cuota de pantalla del 62,8 %, con casi once millones y medio de espectadores.
A diferencia del 20 aniversario de la cadena, cuando se rodó una película con los actores originales (“La última guardia”), la cadena no ha anunciado ningún homenaje ni recuerdo por este aniversario, por lo que los fans tendrán que quedarse con lo ya emitido o con los centenares de vídeos subidos a Youtube por los nostálgicos de una serie eterna.
Paula Escalada Medrano