Redacción deportes, 8 ene (EFE).- El Sampdoria, con el estadio Luigi Ferraris como escenario, ofreció un emotivo y cariñoso homenaje a su legendario jugador Gianluca Vialli, fallecido el pasado 6 de enero, y también a Sinisa Mihajlovic, la otra pérdida reciente del club genovés, en el que militó como jugador durante cuatro campañas y otras dos en su cuerpo técnico.
Antes del inicio del choque con el Nápoles, el Luigi Ferraris guardó un minuto de silencio en memoria de Vialli, que siempre jugó en la Sampdoria, durante ocho temporadas. Ambos equipos formaron alrededor del círculo central mientras la grada, ya poblada con numerosas pancartas de recuerdo a su jugador, ofreció una emotiva ovación.
Vialli es un símbolo en el Sampdoria, en el que militó durante ocho temporadas antes de irse al Juventus y después poner el punto y final a su carrera en el Chelsea inglés. Jugó en el conjunto de Génova 328 partidos y anotó 215 goles.
Desde hacía días, tras conocerse su muerte, a los 58 años después de una dura batalla contra el cáncer, el etadio Luigi Ferraris y sus alrededores estaban acompañadas, en el exterior, de flores, fotos y mensajes de los aficionados.
También se homenajeó a Mihaijlovic que falleció en diciembre pasado víctima de una leucemia. Tenía 53 años el que fuera un gran defensa del Sampdoria.
Para los ejercicios previos al inicio del choque los jugadores saltaron al campo con la camiseta con el nueve y el nombre de Vialli a la espalda. Con una de ellas posó el actual presidente Marco Lanna mientras el técnico, Dejan Stankovic, lo hizo acompañado de los hijos de Mihaijlovic, con el once que tuvo el jugador serbio.