Las niñas en el mundo son un grupo vulnerable. La legislación de medidas que inviertan fondos para su protección siguen siendo limitadas. Cada día encaran situaciones que reducen sus sueños y anhelos, enfrentando retos como: la falta de educación, de acceso a servicios de salud física y mental, al igual que la protección necesaria para una vida sin violencia.
Sin embargo, la resiliencia de las niñas es impresionante. Soñamos con que cada una de ellas asesinada, desaparecida, secuestrada o sobreviviente de alguna agresión sexual, su sufrimiento no haya sido en vano, y se convierta en un eslabón clave de fuerza, inspiración, dignidad y empoderamiento.
Realidad en cifras
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En América Latina y el Caribe el 80% de las niñas son principalmente víctimas de la explotación sexual entre las edades de 10 a 14 años. El 90% de estos casos involucran un contexto de violación reiterada (Unicef, 2021).
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De acuerdo con el informe titulado “Una nueva era para las niñas” de Unicef, UNWomen y Plan International (marzo, 2020), hasta 10 millones de niñas correrán el riesgo de contraer matrimonio infantil.
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La tasa de embarazo infantil y adolescente en América Latina y el Caribe es la segunda más alta del mundo, reportando 66.5 nacimientos por cada 1,000 adolescentes de entre 15 y 19 años, según revela el informe “Derechos de las niñas para un futuro en Igualdad: Renovando compromisos en América Latina y el Caribe”, (Unicef, 2021).
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Las niñas y adolescentes afrodescendientes piden que no las cosifiquen y sexualicen, subraya el reporte “Prioridades de las niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe”, (Unicef, 2021).
Reflexión
Hagamos posible que las niñas del mundo tengan espacios para la libertad, creatividad, el juego y sueños por cumplir.
Las niñas están listas para una década de aceleración; urge fortalecer la lucha por sus derechos en América Latina y el Caribe. Es el momento de ser responsables, reflexionar e invertir en un futuro que crea en sus voces, peticiones y liderazgo.
“La educación es un poder para las mujeres, y eso es por lo que los terroristas le tienen miedo a la educación. Ellos no quieren que una mujer se eduque porque entonces esa mujer será más poderosa” —Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, 2014.
FOTOS: La Mega Nota/Virginia Paguaga