Madrid, 30 abr (EFE).- La economía española cayó un 0,5 % en el primer trimestre del año, lo que supone una recaída tras el estancamiento del trimestre anterior, achacable a las restricciones de la tercera ola de la COVID-19 y a la tormenta Filomena que afectó en enero al centro de España.
Según el avance publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional (consumo e inversión) restó 0,9 puntos al avance del PIB, una contribución negativa que fue compensada en parte por la aportación positiva de 0,4 puntos de la demanda exterior (exportaciones e importaciones).
No obstante, el INE explica que la mayoría de indicadores coyunturales recogidos son de enero y febrero, que fueron los peores meses del trimestre, por lo que cabe esperar que la futura revisión del dato sea de una magnitud mayor a la habitual.
En comparación con un año antes, el PIB cayó el 4,3 %, frente al 8,9 % del trimestre precedente, una moderación consecuencia de que se empieza a comparar con 2020, año en el que la pandemia ya afectó a la economía.
Las restricciones a la movilidad propiciaron una caída del 1 % del consumo de los hogares entre enero y marzo, y un descenso del 1,9 % de la inversión en su conjunto, si bien la inversión empresarial en bienes de equipo y maquinaria avanzó el 0,9 %.
Las exportaciones se estancaron y registraron un ligero retroceso del 0,1 %, mientras que las importaciones cayeron el 1,3 %, en línea con la contracción de la demanda interna.
Del lado de la oferta, todos los sectores de actividad cayeron, salvo el de los servicios, que logró avanzar el 0,2 %, con un repunte del 1,4 % del comercio, el transporte y la hostelería.