Manizales (Colombia), 8 ene (EFE).- El diestro peruano Andrés Roca Rey cortó oreja y se convirtió así en el triunfador de la última corrida de la 68 Feria de Manizales, en la que alternó en un mano a mano con el español Julián López, conocido como “El Juli”, quien no obtuvo trofeos.
Un descastado encierro de Ernesto Gutiérrez Arango impidió el lucimiento de los espadas ante una plaza llena.
ROCA REY TRIUNFA EN LA CORRIDA DE CIERRE DE MANIZALES
Con tres orejas en su alforja, Roca Rey se erigió como triunfador del mano a mano en el que alternó con “El Juli”, quien lanzó el primer guante poniéndose de rodillas en una larga cambiada y rematando con media digna de recordación.
Ya en la muleta, el de Gutiérrez puso la bondad y el torero español el poder para ponerlo a girar a su antojo con una y otra mano, hasta convertir los medios del ruedo en tiovivo. El toro tardó en doblar.
El segundo, chico y protestado, pasó con la cara alta en un quite de Roca Rey hecho una vela en la boca de riego. Pero cuando la plaza reventó fue en los interminables estatuarios con que abrió la faena de muleta.
En ese mismo tono se sostuvo en lo que vino después, con Roca Rey dueño del escenario y el huidizo enemigo obligado a estar donde no quería. Oreja.
El tercero, más ofensivo que los anteriores, peleó en el caballo. “El Juli” aprovechó esa acometividad para meterlo en su canasta y lo disfrutó más por el pitón derecho por esa facilidad que tuvo el animal de meter la cara abajo.
Igual, en las embestidas menos claras, Julián mantuvo su línea, menos a la hora de la suerte final.
Muchos pies tuvo el cuarto de salida y deambuló por buen rato hasta que Roca Rey lo puso en su sitio con lances que, además de belleza, encarnaron el poder del torero peruano.
Poder que llevó por bandera en la muleta para mandar sobre un toro al que había que obligar porque prefirió la violencia y la ausencia de ritmo a la calidad. Palmas.
El último tercio de la tarde inició con la irrupción del quinto, al que castigaron con la vara mientras le tapaban la salida.
Parado, el de Gutiérrez obligó a “El Juli” a buscar en su amplio manual de soluciones algún recurso. No lo encontró y decidió irse tras la espada, sin encontrar el hoyo, mientras la plaza hacía oír su desencanto.
Roca Rey salió a buscar el premio mayor. Por delante, el sexto, que se presentó yendo de largo al caballo como lo hizo en principio cuando el torero se puso rodillas en tierra para iniciar la faena y eso mismo que olvidó pronto buscando los adentros, en señal de mansedumbre.
El peruano no desfalleció y se impuso a las dificultades para matar de forma fulminante y garantizar así la puerta grande.
FICHA DE LA CORRIDA
Noble el primero, palmas. Descastado el segundo, pitos. Noble el tercero, palmas. Descastado el cuarto, pitos. Parado el quinto, pitos. Sexto, distraído, silencio.
“El Juli” , marino y oro: entera y descabello, saludo. Pinchazos y desprendida, palmas. Pinchazos y descabello, pitos.
Andrés Roca Rey, rosa y oro: espadazo, oreja. Pinchazos y entera, palmas. Entera fulminante y dos orejas.