Lisboa, 12 ago (EFE).- Cuando en marzo de 2020 el coronavirus paralizó Portugal y cerró las inmobiliarias, el sector se preparó para la hecatombe. Casi año y medio después, los peores presagios no se han cumplido y los precios de la vivienda incluso han seguido creciendo, aunque a un ritmo menor.
Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística así lo demuestran: el precio mediano de las viviendas familiares en Portugal fue de 1.241 euros por m2 en el primer trimestre, un 3,1 % más alto que en los tres primeros meses de 2020.
Desde que estalló la pandemia, todos los meses se han registrado subidas homólogas en el precio de venta de las casas, según la base de datos del portal especializado Confidencial Imobiliário.
"Esperábamos que según fuese pasando el tiempo hubiese una caída de los precios y al final no pasó. Mes tras mes hubo una fuerte estabilidad del mercado de vivienda", explica a EFE el director del portal, Ricardo Guimarães, que subraya que el sector ha tenido un comportamiento muy diferente al de la crisis de 2008.
DE PATITO FEO A CISNE
El "patito feo" de la economía portuguesa, dice Guimarães, ahora flota como un cisne: "Pasó de ser visto como un mercado de riesgo y que podría generar pérdidas a un mercado refugio, que atrae cada vez más la atención y los ahorros de las familias y los inversores. Es el gran cambio que esta crisis ha traído".
También habla de "sorpresa" por el buen desempeño del sector el presidente de la Asociación de Mediadores Inmobiliarios (APEMIP) lusa, Paulo Caiado, que admite que con la llegada de la pandemia "los recelos eran grandes", pero "el mercado se mostró fuerte y robusto tanto en transacciones como precios".
Entre las razones que apuntan los expertos están las bajas tasas de interés que facilitan el crédito, la capacidad de atraer inversión extranjera e incluso el teletrabajo, que ha animado el mercado lejos de los grandes núcleos urbanos.
El impacto pandémico tampoco ha sido tan grave como se esperaba en las inmobiliarias. Se han perdido empleos, pero de forma global ha sido un "sector marginal" respecto a aquellos que han sufrido las peores consecuencias, señala Caiado.
Un reciente informe de la consultora Hays recogía que el sector de la construcción y el inmobiliario fue de los que mejor se ha comportado durante la crisis, e incluía a Portugal como uno de los países más atractivos para estas inversiones.
¿PRECIOS DEMASIADO ALTOS?
Que los precios hayan seguido subiendo pese a la crisis ha vuelto a suscitar las preguntas que tantas veces se han hecho durante la explosión inmobiliaria de Portugal: ¿Los precios están por encima de lo que sería adecuado? ¿Hay una burbuja inmobiliaria?
En un informe del pasado junio, el Banco de Portugal decía que había que "acompañar" las señales de una posible sobrevalorización de los precios en este mercado.
El analista de la consultora XTB Henrique Tomé no cree que haya una burbuja, pero explica a EFE que "debería haber una intervención más directa" del regulador para atenuar las "presiones inflacionarias", ya que los salarios de los portugueses no consiguen seguir el ritmo del aumento de precios de la vivienda.
Dentro del propio sector, las opiniones son diferentes.
"El mercado inmobiliario portugués dejó de ser explicado por el nivel de ingresos de los portugueses hace diez años", defiende Guimarães, que reconoce que tiene que haber acceso al mercado "para todos" pero insiste en que el inmobiliario luso ha demostrado su capacidad para generar rendimientos que justifiquen los precios.
Más tajante se muestra el representante de las inmobiliarias: "No, para nada" hay burbuja, dice, y refiere que los bancos lusos son ahora "extremadamente prudentes" para conceder hipotecas.
FIN DE LAS MORATORIAS
Parte de los pagos de esas hipotecas han quedado suspendidos durante el último año y medio con las moratorias dictadas por el Gobierno portugués, pero están cerca de su fin: acaban en septiembre.
Aunque el Ejecutivo ha anunciado medidas para proteger a las familias tras esa fecha, el impacto que el fin de las moratorias puede tener sobre el mercado inmobiliario es una incógnita.
El analista financiero de XTB cree que podría producirse un aumento de la oferta de inmuebles disponibles y "causar presiones" sobre los precios.
En el propio sector son, de nuevo, más optimistas.
"No vamos a asistir a ninguna ejecución en masa, que no sería bueno para nadie, ni para los bancos", dice Caiado desde APEMIP, que considera que las entidades van a intentar renegociar y buscar otras soluciones para sus clientes.
El director de Confidencial Imobiliário recuerda que no todas las familias que inicialmente se acogieron a las moratorias han acabado con una caída significativa de sus ingresos, por lo que la dimensión del problema puede ser menor de lo que se esperaba al principio.
Y en los casos extremos en los que haya que resolver el crédito y entregar la casa, "habrá inversores disponibles para quedarse con esos inmuebles".
Paula Fernández