El futuro de Rafa Márquez en el FC Barcelona está en la encrucijada, mientras su contrato con el club culmina en junio de 2024. El exdefensa, actualmente a cargo del equipo filial, ha expresado su anhelo de dirigir al primer equipo, una ambición que podría chocar con los planes de Joan Laporta y el regreso de Xavi al banquillo principal. A pesar de su desliz reciente al postularse para el puesto de entrenador el mismo día que se anunciaba la partida de Xavi, así como por su promoción de una casa de apuestas en las redes sociales, Márquez cuenta con el respaldo de importantes figuras dentro del club, como Deco y el propio Laporta.
A medida que Márquez contempla su futuro, el rendimiento del Barcelona Atlètic bajo su dirección agrega una capa adicional de consideración. A pesar de las limitaciones en cuanto a la edad de los jugadores disponibles, el equipo ha mostrado un rendimiento notable, ocupando actualmente el segundo lugar en la tabla, detrás del Deportivo. Con opciones de ascenso en el horizonte, la continuidad de Márquez en el club se presenta como una prioridad para la directiva, aunque la decisión final recae en el entrenador mexicano y sus aspiraciones personales.
En este escenario de incertidumbre, Laporta y Deco están dispuestos a persuadir a Márquez para que permanezca en el Barcelona y se convierta en un plan alternativo en caso de que la gestión de Xavi no cumpla con las expectativas. Sin embargo, la decisión final reposa en Márquez, quien debe sopesar entre la posibilidad de esperar un año más por una oportunidad en el primer equipo o explorar las opciones disponibles en el mercado. Con el futuro de Márquez aún por definirse, el Barcelona se enfrenta a un dilema estratégico que podría moldear su dirección en los próximos años.
