Goias (Brasil), 14 abr (EFE).- Con casi tres siglos de tradición, la procesión del Fogaréu revivió este jueves la pasión y muerte de Jesucristo con 40 encapuchados y miles de fieles, en una tradicional celebración que vuelve a ser realizada tras dos años de pandemia y que marca el inicio de los festejos de la Semana Santa en Brasil.
Miles de personas se concentraron en la madrugada de este jueves a las puertas de la iglesia Nuestra Señora de la Buena Muerte de la ciudad brasileña de Goias, en el estado homónimo y a 270 kilómetros de la capital Goiania, portando antorchas y donde entonaron cánticos religiosos que pedían esperanza y confianza en Dios.
Enseguida, los fieles acompañaron a los 40 encapuchados por las vías de la ciudad, cuyas luces fueron apagadas y se quedó iluminada tan solo por la vivacidad de las antorchas, para demostrar su devoción y recordar las últimas horas de vida de Jesús hasta su crucifixión.
La tradicional celebración, considerada la principal fiesta católica en el estado de Goias, cobró especial significado este 2022, al rendir homenaje a quienes perecieron ante el coronavirus y tras dos años de suspensión debido a la crisis sanitaria.
Uno de los momentos más notables fue el minuto de silencio dedicado a las víctimas de la covid-19, que ya deja más de 660.000 muertos y 30,2 millones de infectados en Brasil, mientras que los casos ya superan los 500 millones a nivel global.
Asimismo, fue la primera vez que un "farricoco", figura enmascarada que representa a los soldados romanos, se vistió con una túnica negra, en tributo a los que perdieron sus vidas para la enfermedad.
Descalzos en las calles de piedra, los farricocos caminaron hacia a la escalera de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, desde donde finalmente marcharon rumbo a la Iglesia de San Francisco antes de finalmente regresar al punto de partida inicial.
Celebrada desde 1745, la procesión del Fogaréu reúne todos los años a miles de personas de diferentes partes de Brasil en la histórica ciudad de Goias, que cuenta con una arquitectura colonial y es reconocida Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
