Bogotá, 25 nov (EFE).- La segunda edición del Bogotá Madrid Fusión, el evento que aspira a convertirse en el más importante de la gastronomía de Latinoamérica, comenzó este jueves con propuestas y ponencias que buscan compartir experiencias para reinventar la cocina y el sector tras la embestida económica de la pandemia de la covid-19.
El evento, que se celebra hasta el viernes en Bogotá, contará con la participación -virtual y presencial- de chefs de renombre como el peruano Gastón Acurio, dueño del restaurante Astrid y Gastón de Lima; los españoles Ángel León, del restaurante Aponiente de Cádiz, y Eneko Atxa del Azurmendi en Larrabetzu; el colombiano Álvaro Clavijo de El Chato en Bogotá, o la dueña del mejor restaurante de África de 2018, Najat Kaanache
"La hostelería y el mundo de la gastronomía ha sido uno de los que ha sufrido más durante la pandemia y los cierres", aseguró a Efe el vicepresidente de Madrid Fusión, Benjamín Lana.
Por ello, combinado con una máster class para estudiantes de cocina y cocineros, en los dos días de encuentro se hablará de productos, elaboraciones y técnicas, pero también de las oportunidades que se presentan y de reinventarse.
MENÚS MÁS ACCESIBLES Y CLASES ONLINE
En el restaurante de Gastón Acurio empezaron a servir hamburguesas y costillas a domicilio para sobrevivir a la pandemia, mientras que Kaanache puso dos cocinas en la terraza de su restaurante en Fez y empezó a retransmitir clases de cocina.
"Ser cocinero es así, tú tienes que reinventarte, pensar que no puedes ser un robot todos los días", dice a Efe la española, de origen marroquí.
Ella tuvo que cerrar un año y ocho meses, no solo el restaurante Nur, el mejor de África según los World Luxury Awards de 2018, sino los otros seis que tenía en Fez.
Eso la impulsó a "vender nuestra sabiduría de otra manera", retransmitiendo por internet "en mitad de la nada" a todas las partes del mundo.
Acurio, por su parte, acababa de contratar al chef Jorge Muñoz para que se hiciera cargo de las cocinas de su restaurante, consolidado para un público internacional como muy exclusivo, e iban a empezar una obra muy ambiciosa, pero llegó la pandemia.
"Nos habíamos centrado en cumplir esa función de competir con los grandes restaurantes del mundo y esa lectura nos llevó sin darnos cuenta a crear un espacio enfocado a un público internacional en perjuicio del público nacional, que se fue alejando de la posibilidad de acceder a estos restaurantes y no nos dimos cuenta de eso", aseguró el chef en una conferencia.
"¡Jamás hubiésemos imaginado que un restaurante como el nuestro algún día iba a vender delivery o vender hamburguesas!", pero sin embargo lo hicieron. Y cuando pudieron abrir de nuevo, decidieron que no volverían a lo de antes porque necesitaban también al público nacional.
Acurio asegura que pasaron de tener menús de degustación de 200 dólares a unos de 25 dólares. "Curiosamente el restaurante se llenó desde el primer día", reveló.
Además, el Bogotá Madrid Fusión pretende dar relevancia a alimentos que no se suelen usar en la cocina a pesar de que sean autóctonos y a los productos de cercanía, así como rescatar procedimientos ancestrales.