CLEVELAND, Ohio — Camina erguido con mucha seguridad y fuerza. Jose Martin Pacheco, actor, productor y artista ambientalista fue el primer puertorriqueño en exponer su obra de reciclaje en el Congreso de los Estados Unidos en 1994.
Un hombre de 66 años y de gran trayectoria a nivel nacional e internacional no avanza solo; lo acompaña “Chispa”, una chihuahua de seis años que al llegar a su vida se convirtió en ángel guardián.
Momentos difíciles vivió el artista al visitar su natal Puerto Rico y pasar la terrible experiencia del huracán María en el año 2017. “Fui a limpiar un apartamento que tenía en Condado y en eso me quedé varado en la isla por la tormenta... sufrí mucho, pasé hambre, casi me muero”, relata Pacheco de aquel momento donde los puertorriqueños estuvieron por un día bajo vientos de casi 250 kilómetros por hora, un fenómeno natural que dejó desolada la isla y marcó una profunda crisis de vivienda, pobreza y hambruna.
Es indescriptible ese sentimiento de desesperación y desconsuelo del actor y productor de televisión tratando de salir rápidamente de la isla y encontrarse con un aeropuerto intransitable, donde la mayoría de los viajes solo llegaban con ayuda humanitaria.
“Había vuelos comerciales, pero los hicieron para la gente de dinero, quienes estábamos en pobreza teníamos que esperar. Ya no aguantaba esa presión de estrés y debilidad que tenía por perder tanto peso, estaba en una condición de salud muy delicada”, recuerda.
En el aeropuerto de Pensilvania, donde vivía en ese momento el artista, lo esperaban su padrino y madrina, quienes le tenían una sorpresa en casa: una cachorrita de raza chihuahua con problemas en sus piernas que le impedían caminar bien.
“Chispa entra en mi vida en un momento de mucha vulnerabilidad, de estrés y depresión”, afirma. La perrita era tan pequeña que cabía en la palma de su mano.
“Estaba enfermita y al preocuparme por ella me olvidé de mi tristeza y estrés; se convirtió en una perra de servicio”, dice con emoción.
“Chispa” lo acompaña a todos lados; viajes en carro a Florida, visitas a Puerto Rico y a los ensayos del teatro. “Ella se queda muy tranquila y calladita, no molesta para nada; la amo”.
Recomienda a las personas que se den la oportunidad de ir a un refugio de animales y adoptar. “El perro sabe cuando estás triste o alegre. Compartir tu vida con uno puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, concluye el actor quien actualmente reside en Youngstown, Ohio.
FOTOS: Cortesía/Jose Martin Pacheco
