CINCINNATI, Ohio — El 1 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo como el “Día de Cero Discriminación”.
Es una fecha para celebrar la diversidad porque –independiente de raza, color, denominación religiosa, estatus migratorio y/o preferencia sexual– todos por igual merecen respeto.
En este día –más que nunca– usted debe sentir orgullo por quién es y recordar que nuestro prójimo, aunque sea diferente, tiene valores, cualidades y derechos.
Los pueblos y las personas deben recibir un trato digno, valorando su autonomía y privacidad, sus costumbres y creencias.
Muy a pesar de esto, todavía existen comunidades muy golpeadas por la discriminación.
Los pueblos indígenas sufren por la desigualdad, se han enfrentado a muchos desafíos y sus derechos humanos son violados constantemente.
Las oportunidades de educación y de trabajo se han visto afectadas.
A pesar de que el VIH ya no es una sentencia de muerte, persiste un gran estigma para las personas que viven con este virus.
El sufrir con esta enfermedad les hace víctimas de prejuicios sociales, aunque se sepa que gracias a los medicamentos ya no puedan transmitir el virus.
A casi 40 años de los primeros casos, es increíble que alguien piense en la posibilidad de contagio al usar el mismo baño, compartir utensilios o por la picadura de un mosquito.
En pleno siglo XXI, en muchas partes del mundo, mujeres y niñas sufren discriminación.
Les atropellan sus derechos humanos y las utilizan como objetos (sin voz ni voto), marcando al máximo la desigualdad de género.
La esclavitud moderna llamada también tráfico humano, el machismo y la xenofobia son grandes problemas que enfrentan a nivel global. En algunos países aún son víctimas de mutilación genital.
La Comunidad LGBTQ+ sigue siendo una de las más golpeadas.
Nuevamente la discriminación, el machismo y la homofobia persisten como grandes factores que incitan al odio y atentan contra la vida de esta comunidad.
Todos los días deberían ser de no discriminación. Sin embargo, no es así porque en los colegios, centros de salud, lugares de trabajo, salas deportivas y otros ambientes de interacción social, se registran casos de discriminación, rechazo y hasta “bullying”.
¿Cómo se puede crear una cultura de no discriminación?
Es importante que desde pequeños se eduque a los niños para que vean las cosas con naturalidad y aprecien la diversidad, desde la discapacidad de una persona, hasta la variedad de tradiciones, costumbres y vestimenta de otras culturas.
Nunca olvide que los pequeños son como esponjitas que todo lo absorben.
Si un niño observa que usted se burla de alguien por su orientación sexual, muestra odio por otros que profesan una religión o rechaza a un ser humano por el color o el estatus migratorio, créame que ellos aprenderán a hacer lo mismo.
En muchos casos, la discriminación se transmite de generación a generación por miedo o creencias culturales dentro de una sociedad.
