Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) definen un ataque o golpe de calor como una emergencia médica a la que debe prestar mucha atención si observa alta temperatura corporal (103 °F o más), siente la piel caliente, enrojecida, seca o húmeda, el pulso acelerado y fuerte, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento (desmayos). Advierten que se debe llamar al 911 de inmediato, y mientras llega el personal médico, el individuo afectado necesita permanecer en un sitio más fresco. Recomiendan bajarle la temperatura con paños fríos, sin darle nada para beber. Aprenda más sobre el manejo de esta emergencia médica en español en el siguiente enlace: https://tinyurl.com/2tunpbv2.
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