El tiempo obligado de llevar mascarillas ha quedado atrás, así como las severas restricciones impuestas por las autoridades de salud, tanto a nivel nacional como estatal.
El verano llega justo en el momento que se necesitaba “respirar” y disfrutar del entorno soleado a plenitud.
Con el número creciente de personas vacunadas y los casos de COVID-19 disminuyendo, el panorama cambió. ¡La vida ha regresado a la normalidad!
Eso, sí…cada quien es responsable de cuidarse por su cuenta.
Las vacaciones de verano ofrecen más oportunidades –sin miedo– luego de que el 13 de mayo de 2021 –cuando habían transcurrido unos 14 meses bajo estrictos protocolos para evitar el contagio– los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) finalmente anunciaron que todos los estadounidenses vacunados ya no necesitan cubreboca en espacios exteriores ni interiores.
La decisión se considera como uno de los mayores esfuerzos de las autoridades de salud para volver a la normalidad después de un año totalmente abatido por la pandemia.
Fue solo hasta la aparición de la vacuna, y gracias a las estrategias de inmunización masiva, que el enemigo silencioso llamado COVID-19 empezó a debilitarse.
Esto significa que todas las personas completamente vacunadas pueden andar libremente, bien sea adentro o afuera.
Sin importar si los grupos son grandes o pequeños, ya no necesitan llevar una mascarilla ni tampoco guardar distancia social.
Pero después de tanto tiempo, acostumbrados a salir de casa con ese nuevo accesorio que tapaba la mitad del rostro, ¿será posible acostumbrarse a permanecer en aglomeraciones, volver a abrazar y estar cerca de otros sin temor?
En mi caso, no creo que haga el cambio tan drásticamente, más cuando hay variantes nuevas que –aunque en otros países lejos de aquí– todavía acechan.
Otra interrogante que intriga es ¿cómo saber si alguien está vacunado en áreas abiertas y de libre tránsito?
Yo estoy completamente inmunizada con el preparado de Moderna; la primera dosis me la inyectaron a finales de marzo y la segunda, a finales de abril.
Aunque los efectos secundarios de esa última no fueron los más agradables, el malestar duró solo unos días.
Hoy me siento protegida y pasearé libremente durante el verano.
Si no lo estuviera, no me atrevería a caminar sin cubreboca entre multitudes por miedo al contagio.
Pero, ¿cuántos pudieran ignorarlo sin haberse vacunado?
Ya esto es algo que queda a criterio y conciencia de cada persona.
“Es hora de poner fin a las ordenanzas de salud. Han pasado un año siguiendo [todos] los protocolos y haciendo [todo] lo que les hemos pedido para luchar valientemente contra este virus”, dijo el gobernador de Ohio Mike DeWine mientras confirmaba que –desde el 2 de junio de 2021– se eliminaban todas las restricciones, incluyendo los protocolos para el uso de mascarilla, distancia social y limitación de asistencia en eventos de todo tipo.
Mientras el Departamento de Salud de Pensilvania confirmaba que un 70% de los adultos del estado ya se han inmunizado, las autoridades estatales acataban las nuevas directrices de los CDC dejando que los individuos vacunados circulen libres del cubreboca.
En Kentucky, también se adoptaron los nuevos lineamientos.
¡Feliz verano!
