En este momento, la cultura de la vida saludable, enfatizada en el ejercicio forma parte de la cotidianidad, teniéndolo presente en medios de comunicación, redes sociales y de seguro un amigo o familiar que forma parte de ella.
Muchas personas se han puesto como uno de sus propósitos principales, iniciar con la vida fitness y aunque parece “sencillo”, todos sabemos que no lo es. No obstante, existen herramientas o truquitos que puedes implementar para no desistir de este objetivo, a pesar de los obstáculos.
Lo primero que debes entender es que los resultados no son inmediatos. En esta cultura –como en otros aspectos de la vida– la constancia es la única que te podrá asegurar resultados y créeme, ir al gimnasio de forma regular y entrenar es fundamental para lograrlo. Sin embargo, siendo sincero, es posible que demore meses o años, dependiendo del compromiso de cada persona, además de que al iniciar debes ir poco a poco, de lo contrario será un choque para tu cuerpo, que podría quitarte las ganas de regresar.
Aquí entramos a la segunda fase, el entrenamiento. Si tienes la posibilidad económica de pagar un experto, sin duda es lo más recomendable, pero si no puedes, entonces la clave es educarse sobre ello.
Una de las barreras más grandes es el desconocimiento sobre ejercicios y rutinas. En este momento, con los avances tecnológicos podemos estudiar, observar y aprender a través de videos, libros y amigos. No dudes en preguntar a esas personas que saben; tampoco temas a equivocarte, pues –incluso los expertos– pasaron por ese momento.
Por último, y clave del éxito en los resultados, es la alimentación. Entendiendo que algunas cosas deliciosas que afectan nuestro cuerpo, hay que hacerlas a un lado para enfocarnos en comidas saludables y balanceadas.
Pero ¡no me malinterpretes! No se trata de pasar hambre. Dependiendo de tu objetivo –adelgazar o ganar músculo– es cuestión de sustituir algunas de las comidas rápidas o chatarras, que solo tienen grasas, por alimentos altos en fibras y proteínas, como frutos secos, manís, carnes rojas y blancas, entre otras opciones saludables.
Para este punto, si tienes la facilidad, lo mejor es consultar con un experto, pero insisto: la información a través de libros y videos es de muchísima ayuda, para al menos tener una idea clara de lo que consumes y saber si va de la mano con los objetivos explicados previamente.
Si sigues estos tres pasos fundamentales: Entrenamiento, alimentación y constancia, los resultados serán asegurados de forma progresiva; tu cuerpo, ánimo y salud te lo agradecerán.
¡Es hora de dejar las excusas y regalarle este hábito a tu vida!
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FOTO: (La Mega Nota/Angelo Cavicchioni)