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Claudia y Dilayda comparten su felicidad maternal

por Patricia Ruiz (patricia.ruiz@lamegamedia.com)


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Este mes de junio se cumplen 52 años de aquella noche en Nueva York que cambió la vida y perspectivas para millones de personas gay en el mundo. 

Desde esa fecha –y luchando por sus derechos– la comunidad LGTBQ+ ha logrado anular discriminaciones y opresiones. 

Dentro del actual gobierno –como parte del plan para avanzar en la igualdad LGTBQ+ en el país–, el presidente apoya la libertad para formar una familia y protegerla. 

Ha declarado que trabaja en su gobierno para que “las familias calificadas no sean discriminadas por orientación sexual, identidad, expresión de género, sexo o estado civil”,  también “para garantizar trato igual a las parejas del mismo sexo y sus hijos”. 

Desde el pasado mes de diciembre, un juez federal en Ohio declaró que la prohibición de modificar el sexo legal en las partidas de nacimiento es inconstitucional. 

Además, autorizó la adaptación de las partidas de nacimiento en el caso de adopciones y de cambios de nombre. 

Las personas trans ya pueden actualizar sin problemas sus documentos de identidad y sus licencias de conducir. 

La Mega Nota visitó el hogar conformado por Claudia y Dilayda con su pequeña Valentina de 14 meses. Son cubanas nacidas en la misma ciudad y se conocieron por Facebook. 

Claudia llegó de Cuba a Ohio en el 2007, es asistente médico, trabajó con el Departamento de Educación en Ohio y hoy labora con una empresa farmacéutica de la ciudad.

Dilayda estudió economía y contabilidad en Cuba. Actualmente tiene una compañía de transporte de carros.

Claudia cuenta que conocía de su orientación sexual, pero solo a los 28 años lo hizo público. 

La parte más difícil para ella fue hablar con su mamá porque tenía muchas expectativas, entre estas tener nietos. 

Dilayda comenta que todo fue complicado en Cuba.

“A los 22 años me estoy dando cuenta que sentía atracción por las mujeres, pero decidí enfrentarlo para no vivir con mentiras. Un día se lo dije a mi mamá, pero lo tomó de la peor manera. Con el paso del tiempo ella me fue aceptando, [sin embargo] pienso que todavía le cuesta, incluso ahora que estoy casada y con una hija, hay situaciones que no comparte”.

Dilayda recuerda que cuando salió del closet una amiga le dijo que estaba confundida.

Claudia relata que después de tener muchas amistades, todos se alejaron, pero concluye que esa “ha sido la mejor decisión de su vida”. 

La sociedad es muy complicada, también asegura Claudia.

Piensa que una de las cosas que temen las personas, es cómo van a enfrentar ellos esta situación con la familia.

Marta, su madre, dice que su temor no era “el qué dirán” de las amistades. 

Realmente, le aterraba quedarse sola.

Hoy vive con ellas y feliz desempeña su papel de abuela.

La pareja decidió tener su bebé y para ello –describe Claudia– “en un banco de espermas escogimos el donante como lo queríamos, lo hicimos en el momento elegido por nosotras. Me costó mucho trabajo salir embarazada. Pero por fortuna aquí todo se puede hacer si quieres, llevando una vida lo más normal posible”.

Claudia quiso compartir su experiencia para ayudar a los padres de familia y hogares donde pueden estar pasando por la misma situación.



 
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