Un estudio reciente sobre más de 5,000 secuencias genéticas del COVID-19 revela una acumulación continua de mutaciones del virus. Una de ellas, podría aumentar su potencial de contagio.
Esta investigación fue elaborada por científicos en Houston. Sin embargo, el nuevo informe no concluye que dichas mutaciones aumenten la peligrosidad mortal del virus, o que cambien los resultados clínicos de los pacientes.
Según los científicos, todos los virus acumulan mutaciones genéticas. La mayoría de ellas, sin mayor significancia.
Nuevamente, la peligrosidad radicaría en el potencial de contagio.
El virus COVID-19, también conocido como SARS-CoV-2, es relativamente estable en comparación a otros, ya que posee un mecanismo de auto lectura mientras se replica.
No obstante, cada mutación es una apuesta incierta.
Según James Musser, autor del estudio y científico del Hospital Metodista de Houston, debido a que la propagación es tan extensa en los Estados Unidos –con miles de nuevos casos a diario– el virus tiene enormes oportunidades de cambiar, con consecuencias potencialmente dañinas.
Científicos del instituto Weill Cornell Medicine, la Universidad de Chicago, el Argonne National Laboratory y la Universidad de Texas en Austin también contribuyeron al estudio.
“Le hemos dado muchas oportunidades al virus”, declaró Musser. “La población de contagio allá afuera es enorme en estos momentos”.
Este nuevo estudio no ha sido aún corroborado por otros científicos en la rama.
Hasta el momento, representa el agregado más grande de secuencias genéticas del virus en los Estados Unidos.
Hubo un lote alto de secuencias publicado por científicos en el Reino Unido anteriormente, con una conclusión similar a la investigación en Houston.
Ellos también concluyeron la existencia de una mutación que cambia la estructura de la “proteína de aumento” que podría estar generando su extensa propagación.
David Morens, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas (NIAID, por sus siglas en inglés), revisó el nuevo estudio y dijo que sus conclusiones apuntan a una fuerte posibilidad de que el virus se haya vuelto más contagioso, mientras se ha esparcido entre la población.
Agregó que este hecho “podría tener más implicaciones en nuestra capacidad para controlarlo”.