Santiago de Chile, 29 abr (EFE).- Chile dio este jueves el pistoletazo de salida a la campaña electoral para los megacomicios municipales, regionales y constituyentes de los próximos 15 y 16 de mayo, en momentos en que la pandemia se estabiliza tras una grave segunda ola.
Las elecciones, una de las más trascendentes de la historia reciente del país, iban a celebrarse el 10 y 11 de abril, pero tuvieron que ser postergadas por el explosivo aumento de casos que vivió entonces al país, que llevó a confinar al 90 % de la población y a las hospitales al borde del colapso.
La situación ha mejorado desde entonces y la pandemia, que deja 1,18 millones de contagios y más de 26.000 muertos desde marzo del año pasado, parece remitir sutilmente, aunque las unidades de cuidados intensivos siguen muy saturadas.
Los nuevos casos se han estabilizado alrededor de los 5.000 y parte de la capital comienza este jueves un desconfinamiento gradual, que permitirá abrir a los comercios que no son de primera necesidad y a los cafés y restaurantes.
Más de 14,7 millones de chilenos están llamados a elegir a sus representantes municipales y regionales -hasta ahora los gobernadores eran designados por el Ejecutivo-, pero también a los 155 delegados que redactarán una nueva Constitución.
Aunque todavía es poco visible, los candidatos ya pueden poner propaganda por las calles a través de carteles en plazas, parques y otros espacios públicos.
El Gobierno chileno confía que para las elecciones de mayo haya más de 9 millones de personas con al menos una dosis de la vacuna, por lo que se espera una afluencia a las urnas considerable.
El foco de atención principal estará puesto en la elección de los constituyentes, proceso surgido del histórico plebiscito del pasado 25 de octubre, en el que con más del 78 % de los votos los chilenos decidieron abrir la vía para reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Su derogación fue uno de los principales reclamos durante la ola de protestas que estalló en octubre de 2019, que motivó la convocatoria del plebiscito como intento de apaciguar la agitación en las calles.
Más de 1.600 candidatos aspiran a ser elegidos para integrar la convención constitucional, que estará conformada en su totalidad por ciudadanos electos para ese fin, sin parlamentarios en ejercicio, con representación indígena y paridad de género, algo inédito en el mundo.
